lunes, 18 de julio de 2011

Paranoia Inmortal.

Mis pensamientos se oscurecen,
No quiero esta vida tan demente,
Mi corazón se ennegrece,
Las mentiras no se detienen.

Toma mi mano y sácame,
De esta triste realidad,
Llévame lejos y dame el valor,
De dejarlo todo atrás.

El vacío me llevo al caos total,
Mi mente confusa cansada de jugar,
Ha caído en una paranoia inmortal,
Donde tu sombra no puede escapar.

Mi alma sola y vacía,
No tiene esperanzas de vida,
Mis ojos te llevaran al infinito,
La maldad apago su brillo.

Perdida en esta oscuridad,
Ya basta de mediocridad,
No se cansa el dolor,
De apostar con la traición.


Ella !!

Ella sonríe y dice estar bien,
Dice cambiar su manera de ver las cosas,
Pero sabe bien que los sentimientos no cambian,
Se esconden, mas no se evitan.

Ella mira el mundo sin espabilar,
Pero a su vez no deja de fantasear,
Sabe cuan triste es su realidad,
Que la misma no se puede cambiar.

Sus labios se expanden dibujando una sonrisa,
Acaricia su corazón con pensamientos positivos,
Pero muchos notan el dolor en sus ojos,
Sabe que no puede esconderlo por mucho tiempo.

Para que revelar su dolor si nadie entenderá?,
Para que si muchos se querrán aprovechar?
Para que si lastima le tendrán?
Nada de esto quiere causar.

Tu corazón en cualquier momento reventara,
Quieres correr, quieres gritar,
Tanto dolor escondido,
Problemas te causara.

Aunque escribas y te desahogues con alguien más,
Sientes que nada te ayudara,
Sientes que el dolor sigue,
Que no puedes escapar.

Ella sufre en silencio,
Ella lucha por sonreír,
Ella tiene miedo,
Ella no puede escapar.


viernes, 15 de julio de 2011

Los Comediantes; Numero 4

Ángela, tan hermosa y curvilínea, venus de piel oscura de rasgos que llaman al morbo más depravado, abandonaba otra fiesta más de aquella a las que, como miembro del casi extinto, ella y Karen aún quedaban vivas. Pero, aún poderoso e influyente Clan Morrigan, se veía obligada a acudir.
Alguien había colado una foto en su bolso. Cuando ya nadie la veía, la saco para observarla: Eran Hansel y Gretel junto a la bruja, quien los abrazaba desde atrás, mientras, los tres miraban a la cámara. Seguramente, en esos momentos, los pobres desconocían que aquel era su último banquete, y que, al día siguiente, serían ellos los que ocupan el lugar, sustituyéndolos como la bruja llevaba tiempo esperando (tato tiempo de cebarlos y hacer hambre para poder comérselos a ellos), de todos aquellos manjares sobre la superficie de la mesa... como los ricos lechones, sabrosos y tiernos, en los que la bruja los había ido convirtiendo...
La señorita Muffet
Sentada en un taburete,
Comia su cuajada y suero de leche;
A lo largo de ella vino araña,
Quién se sentó a su lado
Y asustada la señorita Muffet corrió a distancia
-Esto se llama aracnofobia – dijo, la Danzante,c errando el libro que tenía sobre sus piernas -, a un asesino puede serle muy útil esa información sobre su victima. Pero, cambiando de tema, querida Ángela, me pregunto ¿como puedes ser la única que se encuentre con Davinia ahora que ella esta muerta? ¿Qué te hace tan especial para que sea a ti a quien se aparezca y no a su creación, yo?
Ángela guardó silencio... Hasta que lo rompió, y con sincera sorpresa preguntó:
-¿Esta muerta? Pero, ¿y las fotos y las historias?
La pálida visitante no responde, solo la entrega un paquete.
-La foto es de Hansel y Gretel cuando llegaron a la casa – dijo la visitante, hablando de la foto que venía con un traje de campesina alemana, un disfraz de Gretel -, ella ya estaba para comérsela, entonces, pero, como veras, a él aún le quedaba bastante para convertirse en un rollizo y seboso joven lechón en el que la bruja lo convertiría antes de comérselos... A esa bruja le encantaba hacer fotos, como veras.
-¿Y el traje? – pregunto curiosa Ángela.
-Para el día en que yo venga a buscarte, ese día quiero que lleves ese traje puesto para mí – y sin más, la Danzante de la Muerte, se levantó y abandonó el lugar.
Hace un año, Daniela esperaba en una cafetería, las gafas de sol de enorme tamaño impedían ver sus ojos hinchados por las lagrimas, pero, el gesto de su mano soportando su cabeza, y los dientes apretados entre los jugosos labios, traicionaban su tristeza...
... Estaba volviendo a casa en el tren cuando alguien la detuvo, y la piropeo... Ella sonrió, aquella tarde necesitaba sentirse bella y que alguien la hiciera notar que lo era a los ojos de los demás. Luego, esa misma persona, la habló de una mujer que podría ayudarla solo tenía que llevarla a alguien, una muchacha... Estaba tan herida que no dudo un instante en aceptar el trato si de verdad aquella mujer podía ayudarla a vengarse...
... Otra chica, una a la que Davinia guardaba como un tesoro, la ayudo a atraer a la chica hasta Oz donde la Bruja Emperatriz las esperaba...
¿Como podía haber sido tan estúpida? Se preguntaba ella a veces...
Deliciosa, en bikini, Ángela recuperaba la sonrisa tras la marcha de aquella inquietante visitante...
... ¿Porqué debía ir disfrazada de Gretel cuando ella regresara a visitarla? Aquello era surrealista... Pero ¿acaso no lo era que llevara semanas hablando con alguien que, según aquella visitante, estaba muerta, des hacia casi el mismo tiempo?
Aquella noche tendría otra fiesta, para la que ya tenía preparado un ajustadísimo vestido rosa... Repartiría sonrisas y robaría miradas, quizá Davinía volviera a reaparecérsela y podría preguntarla si era real o es que ella se estaba volviendo loca... Un momento ¿Preguntarse aquello, no era de ya, de por si, que estaba loca de atar?
Ángela rió y se fue a poner el vestido...
Otras fiestas, Ángela hermosa, embutida en un traje blanco que como siempre es casi una segunda piel de lo pegado que esta a su cuerpo... Regala sonrisas, miradas sexys, y poses que roban miradas y abren el apetito de los lobos con piel de cordero que suelen frecuentar aquellas fiestas...
Ángela había olvidado la visita, un día vio el disfraz de Gretel en su armario y decidió que la iría bien para una fiesta a la que debía ir... Estaba caminando por el pasillo, cuando la Danzante apareció frente a ella.
-Ha llegado el día... Hace mucho que mi creadora y tu no os encontráis ¿Verdad? – habló la pálida muchacha -... Ella te esta esperando al otro lado.
... Y, sin más, el acero cortó el aire, sin que la sensual Ángela pudiera tener oportunidad siquiera de gritar...

jueves, 14 de julio de 2011

Vestigios de ¿Cordura?



Juguemos al encierro y la mentira,
Entre la oscuridad y un fuerte hedor a muerte,
Bajo un infinito imperceptible,

Pasos inaudibles hacia el abismo,
Sumido en el incordio de este aciago,
Atado por grilletes que no se han zafado,

Aún escucho sus voces,
Me atormentan sus lamentos,

El crujir de sus huesos,
El chasquido del fuego,
El olor a carne quemada,

Muros consumidos por gusanos,
Cuerpos que añoran venganza,
Almas que atormentadas en añoranza por la vida.

He aquí a este moribundo,
Prisionero entre mórbidos muros,
Entre inmundicia no suplica clemencia,

Entre la mediocridad siempre está el que se flagela y el que se enaltece de ella.
Despojo de cuerpo, vida y existencia,

Evoco a ángeles que me libren de demonios o tal vez ¿demonios que me libren de ángeles?
Entre versos que oscilan perdón,
Palabras que solo conciben decidía,

Nada peor que una mente cegata,
Nada más imposible que una verdad asimilada,
Nada más exquisito que una voluntad quebrantada,

Quien engatilla la verdad suele ser víctima del suicidio,
Triste locura que la muerte ha eludido.

Desear mutilar los lazos con la vida,
No cortarlos, solo moldearlos,
Bajo un criterio horrendo,
Una visión imperfecta,
Un augurio de grandeza,

Eso es perfección,
Una desagradable perfección...

Cándidos destinos de almas avasalladas,
Impío cuerpo que lo ata al sufrimiento,
Desgraciado el infierno envuelto en ánimas carnales,

Destello de presagios que han sufrido,
Simplemente el destino que se ha cumplido,

Patrañas... Simplemente una forma de dar fin,
El conocimiento que se debe eludir,
El destino que se ha de escurrir...

Así vez a tu alrededor, como las palabras se escurren. Los rostros deformados, multiformes y falsos. Como asegurar una percepción concreta de tu alrededor si todo está es constante distorsión. Un cuerpo inerte se atreve a desafiar la inmensidad del universo, y es destruido por el abrazador poder de mil soles. Hoy se ha descubierto un dios, tan implacable, solitario, solidario, infame, piadoso, soluble, dolobre, etc... Describir el "Todo" o tal vez “Nada” ambas cosas que se contradicen, en una, presentes en uno solo.
Hay criaturas que merecen morir, hay personas que merecen sufrir ¿Habrá alguien quien merezca reír? no lo creo... pues, somos todos hechos de barro, somos todos imperfectos y, somos todos destinados al rompimiento. ¿No lo sabes? Quebrantar la ley, la justicia, el perdón y el pecado... todo aquello resulta ser tan falso y efímero..., que de atreverse a decir que el destino existe, se diría que es infame, impredecible y caprichoso. ¿Aún no lo entiendes? pues no creo que lo hagas pues... deberías morir, renacer y volver a existir para así percibir la "grandeza" de lo que es vivir...
El sufrimiento que causa regocijamiento... Cuando no conoces nada más y la alegría se hace efímera cuando tu cuerpo deja de experimentar pasión. ¿Ahora ves esos seres? úneteles, eres libre. Sientes como tu corazón se desquebraja, sácalo de tu pecho y arrójalo hacia el fuego. Tu mente se consume, un cubil de larvas que consumen tus pensamientos; ahora solo eres carne podrida... Ahora eres libre, de ser un vacío deplorable por siempre y jamás…

sábado, 9 de julio de 2011

Los Comediantes; Numero 3

El gesto provocador, los senos casi desbordan la camiseta, su lengua sobresale entre unos labios sensuales y una boca abierta que invita a quien esta fotografiando a que haga con ella lo que desee...
... Sin soltar la cámara, ni dejar de hacer fotos, se desnuda para que él la vea... la desee, la acaricie... Quiere que hagan el amor, el mohín de sus carnosos labios le indican que ya esta tardando en hacérselo... Sus pechos son redondos y grandes, casi antinaturales...
-Desnúdate – la dice, mientras él se saca el miembro.
Ella lo toma hambrienta, sus pezones se ponen duros al primer contacto con suavidad del glande contra sus labios...
... El la tributa una amplia y rápida corrida...
-Ahora jugaremos a algo diferente – la anuncia él divertido, mientras coge sus bolsa - cierra los ojos, y túmbate de lado en posición fetal.
Ella obedece, y él saca una pareja de estacas de madera, con las que la penetra el ano y el sexo...
... Ella se duerme profundamente, y sueña con una bestia, un demonio, de piel azulada, que la viola en un cementerio.
Mientras, él, seguro de que el hechizo la mantendrá dormida hasta el final, se va de la casa, llevándose de recuerdo, trofeo, la cadena y el crucifijo de ella...
-Ahí te he dejado las sobras – le dice a la Danzarina de la Muerte, cuando se cruza con ella.
Vestida de BlancaNieves, para la ocasión, con manzana podrida, incluida, en una de sus mano, mantiene la cuerda con la que sujeta, como si de perros se tratara, a los Siete Guardianes (todos tan hambrientos, y ansiosos, de carne humana, que sonríen, con dientes amarillentos y apuntados, como los de los tiburones o las bestias del infierno, al oír la feliz noticia de que un banquete se les promete y acerca), enrollada a su brazo izquierdo (ya completamente recuperado)
-Paciencia, mis pequeños viejitos, que habrá para todos – les calma, la pálida muchacha, mientras sus ojos vacíos no desvirtúan el férreo gesto de determinación por hacer lo que ha de hacer... Ahora ella era la Muerte en la tierra, cada vida quitada, cada cuerpo que sirviera para saciar el inabarcable apetito de a la Gran Destructora, era un buen día de trabajo más...
La bestia azul del sueño de la chica, deja atrás al grupo, para que rematen a la muchacha que les ha dejado en bandeja... Jack Crow poco a poco va recuperando su forma humana... al tiempo que se pregunta ¿qué es lo que le impulsa a seguir por los senderos que le marcó su madre? ¿Quizá si hubiera conocido a su padre...?
Pocos saben que Hansel y Gretel tenían una hermana: Basilia, a la que todos llamaban la Hermosa; la bruja si lo descubrió antes de comérselos, y apuntó el nombre de esta para un próximo menú... Tan ricos le habían sabido los dos, que estuvo incluso dispuesta ella misma a ir a buscarla... Y así se lo ordenó a su casa, la cual, elevándose sobre patas de gallina, fue por el camino que el olfato de su dueña marcaba...
Desnuda y apetecible, profundamente dormida, la deliciosa dulcemente boca entreabierta, apenas cubierta por una transparente sabana de seda roja, rodeada de rosas, encontraron “Blancanieves” y los Siete hambrientos Guardianes, a la Bella Durmiente...
-Vamos, mis pequeños hombrecitos, es la hora de cenar, la mesa esta lista y la mesa decorada con un centro de rosas – dijo, la pálida muchacha soltando la cuerda con la que los retenía... Dejándolos libres para disfrutar de aquel hermoso banquete.
-¡Yo me pido muslo!
-¡Yo pechuga!
-¡A mi dejadme una de las nalgas!
-Al final siempre me toca la cabeza!
-¡A mi déjame el otro muslo, y el resto de la pierna!
-¡Alguien trajo la salsa barbacoa, yo quiero sus costillas!
-¡Dame la otra nalga que estos brazos apenas tienen carne que roer, son solo hueso!
Ella se quedo en un aparte, fría, vacía, incapaz siquiera de disfrutar de aquella escena ni para bien, ni para mal...
El traje de Ángela resaltaba cada una de sus curvas, pegándose a su deliciosos cuerpo como una segunda piel de color negro brillante... Tan brillante como su sonrisa, no era de extrañar que todos se quedaran mirándola...
-¿Sabes lo que le paso a Basilia la Hermosa? –Davinia surgió de entre los admiradores, con dos copas en la mano, le dio una a Ángela.
-No.
-Te lo contaré – dijo, Davinia, dando un trago de su copa.
....
Basilia se había independizado, y vivía ya lejos del hogar familiar para cuando sus padres echaron a Hansel y Gretel a la calle... así que ella no supo hasta muy tarde de aquello, y para cuando se entero estos ya estaban en el estomago de la voraz bruja.
Como no sabía de la suerte de sus hermanos, pasó días buscándolos por las calles, hasta que la Bruja la encontró a ella, mientras se tomaba un descanso en un parque.
-Hola, sobrina – la bruja se relamió, no estaba, Basilia, tan rolliza como sus hermanos, pero, prometía ser un buen bocado-
Con una sonrisa ácida, y levantando sus dedo corazón, Basilia respondió a la extraña.
-Lo siento, pero no tengo tías... Así que date la vuelta, no tengo tiempo para tu rollo.
La bruja ni la escucho, solo vio aquel dedo bien gordito, y las carnosas y sonrosadas mejillas, que la ácida sonrisa había remarcado, y pensó en como atraerla a su casa y allí mismo asarla para comérsela.
Decidió ganársela por el encanto.
-Noto que estas triste, los buscas a ellos – dijo señalándolos carteles que tenía, Basilia, a su lado, con las fotos de sus hermanos.
Aquella mujer era la primera persona que mostraba algún interés en el caso, así que su gesto cambio... y comenzó a contarle a la bruja una historia que ella ya conocía, y que, al contrario que la deliciosa Basilia (a la que a cada momento encontraba más apetecible y sonrosada), sabía como fue el final...
El sol pegaba bien fuerte aquella tarde, y ala cercarse más para abrazarla y consolarla, la bruja, noto que Basilia sudaba y aquel olor la incomodo... “No importa”, pensó, “En cuanto al tenga dentro de mi casa, me daré prisa en calentar el baño y lavarla bien, porque me la voy a comer hoy mismo... Con esta no voy a esperar”
-Mi casa tiene patas, y se eleva muy alto – la dijo, la bruja, para convencerla de que se metiera en su casa – desde allí habrá mejor vista ¿Aceptarías mi ayuda?
Basilia dudo un momento, pero, como aquella mujer había mostrado tanto interes por sus hermanos, acepto...
... Un vez dentro, la bruja cerro con cerrojo, e invito a darse un baño, que ella misma ya había preparado: ordenando mentalmente a su casa que pusiera la bañera a llenarse con agua caliente; mientras ella miraba a por la ventana a ver si veía a sus hermanos perdidos...
... Como era de esperar, la bruja en vez de mirar por la ventana, en cuanto tuvo a Basilia dándose un baño, lo que hizo fue coger las ropas de la chica y quemarlas en al estufa... pensaba llevarla, desnuda y bien limpia y perfumada, directamente a la cocina...
... Y tal como fue planeado, ocurrió... Sin darla tiempo a secarse, la bruja arrastro a la sorprendida Basilia hacía la cocina, donde el enorme horno la esperaba con la puerta, como si de la boca de un voraz y llameante dragón se tratara, abierta...
-Túmbate en esta mesa, que pronto te vas a reencontrar con tus sabrosos hermanitos.
Basilia la miro con horror.
-Usted sabe donde están Hansel y Gretel ¿Qué hizo con ellos?
-Claro que lo se, me los comí asaditos – y terminando de asegurarla, a fin de que nos e moviera, a la mesa de madera, y amordazándola con una roja manzana -... Igual que voy a hacer contigo...
Y sin más, la mujer, después de cubrirla con salsa barbacoa, la metió al horno, y se sentó a esperar a que este le anunciara que Basilia estaba ya en su punto para comérsela...
...
-Y eso es lo que paso con la hermanan mayor de Hansel y Gretel, Basilia – terminó de contar, Davinia, al mismo tiempo que se acababa su copa y dejaba de nuevo sola a Ángela para buscar una nueva – discúlpame, querida, enseguida regreso.
Ataviada con un vestido, algo deshilachado, del color amarillo, que destacaba con piel blanquísima, y unos guantes sin dedos del mismo color, hacía guardia, la Danzante / Hermana de la Muerte, en compañía de un Gryzzmolking, fuera de la fiesta.
-¿Sabes que en el cuento original, la Bella temía que la Bestia la hubiera obligado a ir a su castillo para devorarla... Incluso, cuando esta le hacer servir la comida, la Bella piensa que esta pretendiendo engordarla? – comentó, ella, para romper el silencio.
-Yo me la hubiera comido sin dudarlo, he visto la película de Disney y la serie que hizo Stella Warren... Y ambas Bellas están para comérselas sin pensárselo.
Ella sonrió... Desde luego, aquellas bestias tenían la sensibilidad artística en el estomago.

jueves, 7 de julio de 2011

Morador de resentimiento...


I

Eres paz, silencio y olvido,
No querrás nublar tu mente,
De seguro tus versos se han comprometido,
Nuevamente tu viperina lengua miente,

No forjes un juicio impertérrito,
Siempre está el que depreda tus pensamientos,
Aguardando la debilidad, la flaqueza de tu conciencia,
En ese momento no habrá lamento,

Olvídate que existes,
No te molestes en preguntar tu nombre,
Sin embargo... ¿es inevitable?

Entre dilemas existenciales,
No hay excusas para justificar tus cobardes acciones,
No te salvaguardes en el optimismo,
No te escudes en falsas ilusiones,

Sabes lo que te espera,
Conoces la verdad,
Eres consciente de tu situación,
Y, ahora, ¿quieres huir?

No basta preocuparse por lo que ya está hecho,
Por lo ya destruido y maltrecho,
Es inútil llorar, lamentarse o gritar,

Ahora ¿Que te consideras?
¿Piensas que eres aquel mismo ser humanitario?
¿Aquel que ha visto la miseria desde abajo?
Con una mirada lúcida hacia cielos inalcanzables,

Un escupitajo que sulfura tu miseria,
Mezquino bulto de entereza,
¿Hasta cuándo te conservas?

II

Aquel ser que depreda tus debilidades,
Aquel que asecha y conspira a tus espaldas,
Aquel enemigo que te carcome por dentro,

Una vez dije que callaras y en ese momento se silenció tu piel,
Aquel tono pálido que se borró con el tiempo,
Osaste derribar la barrera entre confianza e incredulidad,

Ahora ¿qué es? ¿Qué vez o escuchas?
¿No puedes verdad?
Para ti solo soy "nada"

En medio de una encrucijada que nos ata a la duda,
Dentro del mismo dilema que separa nuestras mentes,
Intenta descifrarlo y encontraras solo "estupidez" envuelta entre tentaciones.

Donde camino arrastro un grillete, símbolo de melancolía, odio y fracaso,
No sientas pena pues... simplemente me siento atado a ti,

Quien borro la sonrisa de ese rostro marchito y ¿arrepentido?
Decepción, temor, odio y pasión,
Expresiones sencillamente legibles bajo mi juicio intuitivo,


Solo déjame escuchar que te molesta quien soy,
Déjame ver, escuchar y sentir tus labios al pronunciar cada palabra de desprecio,
No puedes... mientras silencie tus vagos clamores.

Un beso lleno de sosiego, tan inoportuno...
Ahora es un lento suplicio,
Definitivamente es el último,

Un cuerpo que arde de deseo,
Deseando quemarse en el arrepentimiento,
Borrar cada instancia de su cuerpo,

¿Ahora quieres huir?
Espera, no temas, no llores, no grites pero sobre todo no finjas...
Guarda silencio, ahorra tus palabras,

Ni te molestes en desperdiciarlas,
Porque ahora eres una con el viento,
Una junto al polvo,
Pero sobre todo una entre la vida y la muerte,

miércoles, 6 de julio de 2011

Un juego de vida y una broma de mal gusto.

Siempre estuve unido al sueño del desconsuelo, deseando no ser más que polvo de nuevo, todo revuelto en las cenizas bañando el cuerpo de los gusanos. No quiero ser pesimista...pero a quien engaño?, soy la decadencia hecha persona, o al menos algo que parece serlo. No sé qué carajos hago aquí, al igual que todos, pero a diferencia del resto pertenezco a aquella minoría que esta tan extremadamente perdida que no tengo ni ganas de intentar encontrar un porque o un para qué?, siempre me burle de esas metáforas cursis y nefastas de "la vida es una ruleta rusa" pero son tantán bajadas, desde tan alto y yo...me elevo demasiado, subo al infinito en un segundo con una palabra, una sonrisa, un gesto diferente, bueno o malo, si es real me sume en un estado de felicidad excitante para luego caer de boca en el piso reventado en sangre...tan simple como que no puedo, no quiero caer más, fue suficiente de eso, un tiempo me hizo fuerte, o débil aun no lo sé, el que me rinda significa serlo? se puede seguir tratando de buscar algo que quizás ni exista? soy fuerte por enfrentar la verdad y rendirme al hecho irredimible de que no hay ninguna verdad o soy un mente débil que sucumbe al abismo del mundo?

Si, demasiada droga para mí...iré a dormir.

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Creo que estoy muerto.

Quiero decir, creo que estoy muerto y de paso en el infierno, ¿Dónde coño estoy? ¿Qué es ese olor a azufre...o vomito? si, definitivamente es vómito, maldición!
´
Me levanto mareado, confuso, como todos los días desde los últimos 6 meses efectivamente duermo en un charco de mi propio vómito, no sé por qué rayos no morí ahogado en el mismo, así como Jimmy Hendrix, pero claro yo no soy Jimmy Hendrix y probablemente muera abaleado por uno de mis tantos enemigos ganados en las noches de juergas y apuestas...debo bastante dinero para ser francos, o tal vez me mate un carro, pero no moriré dignamente ahogado en mi propio vomito como el gran Jim...

Acabo riendo, ¿Qué cosas pienso? si la gente lograra adivinar mis pensamientos la mayoría de las veces (por no decir todo el tiempo) acabarían encerrándome en un psiquiátrico, aunque lo más seguro es que corran. Tomo un baño, duro un largo tiempo en la ducha con los ojos cerrados y dejándome llevar de nuevo por el sueño.

¿Que si trabajo? ¿Estudio? no, eso es para gente que no tiene nada en la vida más que tratar de darle un significado, yo solo tengo una vida que se que no vale nada, al igual que la de ellos (pero si me doy cuenta) y por eso la boto por las cañerías del mundo. Algún maldito empieza a tocar la puerta como desesperado, me pregunto si será un cobrador o gerard o...

Olvídenlo no pienso levantarme de la cómoda tina, así que trato de aislar mi mente, se me da fácil naci desconectado del mundo o tenía poca sintonía. Trato un rato pero, me es imposible, el maldito toca la puerta con tanta insistencia que creo que terminara derribándola con los puños, siento el odio y la desesperación corriéndome como veneno en las venas, haciéndome apretar los dientes hasta casi reventarlos: vete! vete! vete! quien quiera que seas lárgate! grito semi rogando pero no, el maldito sigue tocando y al parecer descubrió la existencia del timbre...genial.

Me amarre la toalla y salí crispando los puños dispuesto a cantarle 4 cosas a quien quiera que estuviera del otro lado del departamento, moje todo el piso de camino y todo mi plan se hizo añicos en cuanto abrí la puerta, justamente igual que hacía 6 meses se me hizo añicos todos, era un desastre, allí estaba Samara de pie con su rostro de niña, indiferente ante mí, creí ver una nota de sorpresa en sus ojos, pero se difumino rápidamente o tal vez alucine, lo cual es lo más probable.

- Aquí esta, haga algo. Adiós, Frank.

Y así como un minuto estuvo frente a mí dio la vuelta batiendo su cabellera pelirroja y se alejó, fue como una bofetada, me quede estático aspirando el aire impregnado de su perfume, ella había estado allí, había vuelto luego de su promesa...todo...para dejarme de nuevo como un niño abandonado en manos de otra: Mi madre.


Así que luego de aquella escena, estuve estupefacto frente a la puerta esperando alguna respuesta, algo que me hiciese reaccionar. Todavía yacía boquiabierto cuando por el pasillo cruzo la señora del cuarto piso, habitación 24… Carmen era su nombre; esa anciana maloliente e insoportable. Vivía para hacerles la vida imposible a las personas del apartamento y su rostro cenagoso por esa horrible mascarilla de lodo y plantas medicinales la hacían ver aún más desagradable.

Sentí un fuerte golpe en la cabeza, cuando entre en razón la vi frente a mí con esa expresión molestan entre tanto lodo pútrido. Estire mis brazos para protegerme de sus golpes pero al hacerlo mi cayó al suelo dejando al descubierto mis partes nobles. La anciana enfoco su mirada, sorprendida y soltó un gran grito de pánico mientras intentaba patearme la entrepierna.

- ¡Sal gusano insensato, desgraciado pervertido, maldito animal! Deja que te patee los testículos, no saldrás vivo de esta, te verás de patas en la calle…
- Cálmese señora, todo fue un malentendido

Lo que me faltaba, ahora esta anciana terminaría por hacerme la vida aún mas miserable…
Voy rápidamente hacia mi habitación para cambiarme de ropa, hoy es un día nublado así que ¿debería usar ropa de color claro?; eso es lo que siempre decía Samara antes de salir. Quizás me veía como su pequeño mono mascota al que vestía, acariciaba y obligaba a acompañarla a todas partes.
El teléfono suena. ¿Qué rayos? ¿No puedo terminar de bañarme y ahora no puedo ni vestirme? Coño… debería insultar al desgraciado.

- Aló, ¿Quién rayos es?
- Hola, soy Gerard ¿Cómo has estado? Solo te llamaba para avisarte que esta noche vamos a dar un paseo por la ciudad, tú me entiendes.
- Hmm… lo consideraré; aunque espera… ¿en dónde nos vemos?
- Sabría que dirías eso, después de todo ahora eres un pequeño simio sin dueño.
- ¿Cómo carajo sabes eso? (aún más… creo que hasta me lee la mente el muy desgraciado).
- No te preocupes no hay un alma que no sepa sobre esto en el gremio, todos rieron hasta más no poder cuando vieron a tu sámara besándose con Antonio.
- ¿What the Fuck? Esa…
- Calma al menos ahora eres libre ¿no?
- Sí, claro…
- Bueno si gustas te envió fotos y videos de la escena por si estas interesado. Hahahaha –se burló de mí escandalosamente-.
- ¡Vete al diablo! –Le grite mientras mientras colgaba estrepitosamente el teléfono-.

Me detuve un momento a pensar en que realmente casi muero de forma absurda. ¿Morir en un lugar como este? de una forma tan miserable sería algo patético... además; mi cuerpo sería hallado semanas después hinchado como un globo, lleno de moscas, gusanos y, emitiendo un olor nauseabundo.
Ahogarse con el agua del inodoro o con tu propio vomito es tan estúpido como resbalar con el jabón en el baño y golpearte la cabeza.
Dejar un cuerpo hermoso que admirar nos sería una opción; sé que suena muy gay decirlo pero es así. Solo una bolsa de pus purulento... un poco más de lo que soy ahora.

Luego de haber perdido todo no me queda más que volver con el rabo entre las piernas a lo que fue alguna vez mi "hogar". Volver con mi madre nuevamente y esperar que me acoja entre sus brazos nuevamente (literalmente hablando).
No espero su clemencia, su misericordia o algo amor de su parte puesto que la palabra familia nos quedó muy grande y desde el momento en que partí de esa cueva repleta de pesadillas... no podía soportar a una mujer tan inclemente, incoherente e implacable. Una bruja sin lugar a dudas.
Nunca conocí a mi padre y muy pocas veces habló de él. Salvo las veces que lo tildo de alcohólico, drogadicto, delincuente y ah! claro el hecho de que insemino forzosamente a mi madre... claro ya saben a qué me refiero.


Bueno no tendré que convivir mucho con ella ya que en sus viajes de trabajo no vendrá a casa muy seguido.


El “gremio” es el nombre que le dimos a ese grupo de inadaptados y desquiciados que se reúne usualmente frente aquel boulevard, en aquel antro llamado “Four feet street” Era atendido por un par de despampanaste gemelas irlandesas. Cualquier persona diría que el significado de aquel nombre se refería a la intersección de las cuatro calles en aquel boulevard pero para los que ya habituábamos el lugar ellas eran las cuatro piernas donde si fijaban todas las miradas.

Me quede embellecido mirando aquel estúpido comercial sobre rutinas de adelgazamiento... En cada una de esas hermosas mujeres veía el rostro de Samara, tan campante, mofándose de mí… definitivamente estoy delirando, ¿esto es despecho? La sola idea me da ganas de vomitar. Mientras tanto intentando preparar mí desayuno o al menos algo que pueda ser remotamente comestible.

¿Tocan la puerta nuevamente? Creo que hoy es el día de molestar al idiota…

- ¿quién toca?

Nadie responde, quizás es de nuevo esa anciana… como de costumbre tan persistente.
Al parecer se ha enamorado de mi fiel amigo, Vallase no pienso deleitarle la vista nuevamente. A kilómetros puedo podría percibir su exquisito aroma, por si no lo notó estoy siendo sarcástico. Ahora por favor deje de golpear la puerta.

- Sal maldito gusano, ahora he venido con alguien que te despellejara.
- Ya veo que no le basta con pelar una banana.

Creo que debería largarme de inmediato, es inútil continuar jodiendole la paciencia. Qué rayos… tendré que salir por la ventana como la vil rata que soy, no es nada nuevo puesto que suelo trepar el árbol de junto todas las noches para salir por la noche.

Ya veo que tendré que irme por la puerta trasera, no me queda de otro no pienso soportar este suplicio. Creo que iré un rato a la ratonera por algo de alcohol, sé que es un martes en la tarde pero creo que mi cuerpo necesita embriagarse incluso después de estar a punto de morir por mi propio vomito.

Todas las personas que se juntan es este lugar son solo ancianos y mediocres conformistas… claro yo soy uno de ellos pero no se percatan de su propia condición. Entre tantas estupideces que pienso o hablo, están los dilemas existenciales que quizás todos los tenemos pero se hacen más notorios en aquellas personas débiles. Yo soy débil pero en este mundo de intriga e incertidumbre siempre hay un “fuerte” que cae y se ve abrumado por la realidad. Sostengo esto porque estoy en lo más bajo del pináculo y nunca he caído; este lugar es lo más bajo que se puede llegar a caer y, entre la podredumbre hasta un mediocre como yo pude mirar a los lados o hasta incluso más debajo de mis pies a los pobres escarabajos que mueven excremento. Vamos díganme que observar el dolor ajeno no es algo por lo que no debamos regocijarnos? Más aun cuando es algo tan irónico… que tontería una vez vi a un juez corrupto muerto por la misma delincuencia que lo llevaba sobornando, su familia pereció pero no le quita la gracia.


Mis neuronas estaban tan atrofiadas como para recordar el trayecto que seguía rumbo al bar, mi trayecto era tan monótono como desolador y deprimente. Un par de calles a la izquierda y otras a la derecha bajo un cielo plomizo y quejumbroso. La lluvia se avecinaba y obviamente debía apresurar el paso pero al darme cuenta ya estaba frente al bar un poco desorientado y con la vista perdida. Una palmada en el hombro me hizo reaccionar y aquella voz me invito a entrar y beber un trago.

Bueno un bar, dulce bar o debería decir dulce nido de ratas malolientes. Me he preguntado ¿por qué no soy nadie? me vi caminando entre multitudes, entre facetas y palabras huecas... bueno no más huecas que mucho cerebros de por acá o de cualquier otro sitio. Debatía con aquella chica pelirroja, de rasgos finos y, que vestía una combinación de rojo y negro que atrajo mi atención inmediatamente; además al observar sus ojos fijamente quede inmediatamente atontado, similares a dos rubíes, en ciertos ángulos brillaban con una tonalidad roja.

Hablamos por un par de horas sobre temas existenciales, más que todo compartíamos un punto de vista denigrante hacia toda lo que nos rodeaba y, hasta de nosotros mismo (cosa que nos hacía reír aún más). Compartimos opiniones sobre grupos musicales y sobre algunos libros que nos habían fascinado.

Por un momento había olvidado el desastre de vida, o tal vez; ahora me burlaba de ello. Ya carecía de dignidad como para sentirme avergonzado, ahora solo pensaba que era capaz de todo pero… al pensarlo nuevamente pensaba que solo podría brillar intermitentemente hacia un alegórico final.


Escupiría en el rostro a cualquiera que llegara frente a mí y presumiese su inteligencia, engreídos imbéciles que solo aprenden por vanidad... –Le decía- Ella me miro algo perpleja, luego sonrío levemente y dijo “Estoy frente a ti” retándome. Luego de eso la mire un poco sorprendido y miserablemente baje la mirada hacia donde estaba mi cerveza y la bebí de un sorbo.


Ya debo estar ebrio; usualmente suelo hablar disparates y termino por golpear a mis compañeros... –le dije-. Claro ellos también me golpean, no paramos hasta perder la conciencia. Bueno muchos otros solo se drogan hasta ir a marte, el cielo, infierno, no tengo la menor idea a donde van todos ellos. Muchos se han quedado, creo que ya cuando los ves morir tan seguido creo que es fácil olvidarlos.

Luego de un rato desperté algo desorientado, había perdido la conciencia debido a la borrachera. Estaba rodeado de aquel grupo de buscapleitos, drogadictos y delincuentes con los que siembre bebía.

Entre euforia, gritos e improperios todos los allí presentes buscaban maneras poco usuales para divertirse. Estaba un sujeto pálido y delgado que caminaba con pasos torpes; su expresión era muy extraña, estaba pasando por un proceso de abstinencia, no se había drogado desde hace algunos días. Tomaron algo de sal, un poco de pintura que rasparon de la pared y algo de detergente en polvo y lo arrojaron al suelo simulando torpeza. Aquel sujeto se arrojó al suelo inhalando hasta el polvo de los zapatos de cada uno hasta que su nariz se tornó de color rojo, sus ojos se hincharon y la espuma comenzó a salir de su boca. Todos reían y se burlaban de aquel desgraciado pero a mí ya no me causaba gracia.

Bueno muchachos ahora ¿qué haremos? –Gritaron al unísono-

Deberíamos buscar algunas prostitutas –dijo uno de ellos-

Beber y drogarnos hasta el final

Rayos como lo imaginaba tienen la creatividad de un chimpancé... creo que hasta ofendo a los primates.

¿Entonces que propones?

Bueno creo que deberíamos buscar una forma de hacer dinero

¿Qué tal si vamos hasta un edificio y asaltamos a una señora adinerada?

¿Crees que tiene bastante dinero?

Claro es la típica anciana acaparadora y mezquina

Vamos! apresurémonos

Pero antes ¿qué tal si tomamos algo de esto?

¿Qué rayos es esa pastilla?

No es nada es solo algo que los hará sentir mucho mejor

Wow! ¿Maldición que rayos es? –Dijo aquel hombre mientras se retorcía de placer y euforia-.

Nada, es solo un mentó. –le respondí sarcásticamente-.

Pero no tiene sabor mentolado...

¡Pues claro que no! soperutano, es una nueva droga que he conseguido... ahora vamos, hablemos en el camino. (¿Hasta dónde puede llegar la estupidez? Creo que tener tan mal concepto del prójimo y valorarlo tan poco te ayuda a sorprenderte aunque sea un poco)

Los hombres caminaron algunas cuadras, formados como esbirros de algún duque de los infiernos. No se movían por el temor, odio o alguna emoción; sin embargo sus corazones latían eufóricamente. Se encontraban envueltos en una extraña excitación producto de aquella droga y pensar se les hacía más difícil que de costumbre.

Bueno mis amigos aquí estamos, hemos llegado al edificio que les conté. Ahora vamos irrumpamos y llevémonos lo que podamos; recuerden que es en el 4 piso, habitación 24.
Oh! esperen ya los sigo voy a irrumpir en esa habitación. Sigan, ya los alcanzo.

Los disparos se escucharon desde arriba, imaginé que se habían topado con la anciana armada y algunos de los residentes que por cierto no son personas fáciles de tratar y mucho menos de intimidar. Era como una escena de guerra en la que una anciana del futuro genéticamente alterada acaba con los delincuentes, políticos y menores de 55 años que no acaten sus quejicas normas y, claro lo olvidaba, que no escuchen sus aburridas historias de tiempos pasados tan aburridos que resultan ser nostálgicos (asco).

Para mi esta era la broma definitiva, ya era tiempo de deshacerme de aquel grupo de imbéciles que solo procuraba destruir su vida inútilmente. No eran personas de confianza pero cuando de dinero y drogas se trataba saltaban, rodaban y se arrastraban por el suelo por su recompensa. Lo que había sido mi hogar y un infierno de cucarachas, ratas y criaturas malolientes salidas de mi propia imaginación insana ya pronto desaparecerían.

Tome un traje negro del armario, zapatos, lentes y un sombrero de ala corta. Preparado para asistir a cualquier velorio decidí salir en medio del disturbio y la multitud enardecida. Entonces vi rodar por las escaleras al señor Frank del 4 piso, reverendo de la capilla de la comunidad, viudo y con una hija de la cual pocos sabían; la muchacha se dedicaba a la prostitución pero se había cambiado el apellido, una vez me topé con ella, al parecer tener una hija que se pareciese a su difunta madre supuso un gran problema para él y claro aún más para ella…

Muchos de los pandilleros a los que yo había conducido hasta allí estaban en el suelo entre un poco y muy maltrechos. Había mucha sangre, y los sesos desparramados por las paredes amenazaban con manchar mi traje. Cuando ya me proponía a cruzar la salida escuche una voz que gritaba “Alto allí, ni se te ocurra mover un músculo”. Mire de reojo a la anciana que se arrastraba todavía viva para mi sorpresa pero no por mucho supuse. Decidida a matarme antes de que llegara su último aliento dijo “Eres un desgraciado, planeas salir tan campante de todo esto” y a continuación me maldijo antes de escuchar una explosión y observar como las llamas la engullían rápidamente. Cruce la puerta y me vi triunfante mientras los bomberos y la policía rodeaban el edificio. Nadie me vio como un sospechoso o como un culpable, solo como el joven sobreviviente quien había tenido mucha suerte.


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martes, 5 de julio de 2011

Los Comediantes; Numero 2

-¿Nadie, nunca se ha preguntado como era Ursula, la bruja mala de “La Sirenita”, cuando era joven? – comentó, la Danzante, distraída -, quizá era también una hermosa sirena, pero, que al contrario que Ariel, tuvo compañías e influencias muy distintas... Es fácil ser buena si creces en un palacio, eres una princesa, y todos te quieren, adoran, y llenan de regalos... ¿Pero que pasa con una chica guapa si crece en las marismas, donde todo es feo y la compañía es todo menos agradable y bienintencionada? Pienso que fue aquel toque del destino lo que las diferenció... Bueno, y la edad, supongo – rió, recordando que Ursula era ya una mujer madura cuando Ariel va a visitarla.
Con las ropas a jirones, la lanza, apoyada en el suelo, en una mano, y el cuchillo en la otra mano, cuyo brazo lucía una protección de metal (Consiguió escapar de Oz a duras penas, y a costa de dos brazos y medio de los cuatro que tenía desde que Davinia la transformara; aún se estaban regenerando los dos perdidos por completo, y el armazón protegía el tercero mientras hacía lo propio)... El cuerpo cubierto de manchas de sangre, huellas de manos sanguinolentas, trofeos de sus victimas... La Danzante, la Hermana, de la Muerte entorno los ojos... Al contrario de lo que su propio titulo sugería, ella era una superviviente.
Ángela Morrigan exhibía una sonrisa vacía mientras caminaba entre aquella amrea de gente... La boca carnosa de labios sonrosados, las facciones perfectas y hermosas, la piel tostada y suave como la seda al tacto...
Cuando llego a la casa de la bruja, Gretel era la más rolliza de los dos hermanos, por eso la bruja espero a tenerlos a la par de regordetes y sabrosos... Quería dos jugosos lechones de mejillas llenas y sonrosadas, no solo uno... Aunque la costó bastante no comerse a la golosa Gretel, de carácter tan dulce y tierno como prometía el sabor y textura de su carne...
Davinia había puesto al corriente de aquellos detalles, y de más, a la Reina Roja del extinto Clan Morrigan.
El cuervo graznó las doce.
Cenicienta: Madrastra, Madrastra ¿A las muñecas de trapo, también, se las comen los Dragones?
Madrastra: Claro, Cenicienta, pues, nacen de calabazas fecundadas por ratas y ratones.
Hace meses...
Daniela recorrió el lugar con la mirada.
-Solo espero no querer al rato salir corriendo de aquí.
-Depende – Davinia hizo su entrada triunfal, el vestida casi transparente apenas dejaba nada a la imaginación - ¿Quieres una copa para relajarte? – la preguntó alzando una de la que salían extraño vapores tan poco fiables como atractivos para el curioso.
-¿Es usted siempre tan amable con sus visitas? – preguntó, Daniela, sonriendo, cortésmente, y alargando el brazo para tomar la copa que la ofrecían - ¿U solo es su manera de cerrar los tratos?
-Más bien te quiero relajadita y bien embriagada, con sabor a licor, como los bombones... Cooperante y muy sumisa.
Daniela asintió, mientras daba un trago a aquel humeante mejunje con sabor a... ¿Arsénico? Espero a la muerte, el veneno debía matarla en instantes, se llamo estúpida por confiar en aquella mujer... Pero, la muerte no llego.
-Quítate camiseta y el sujetador, quiero ver tu torso desnudo – la instó Davinia.
Daniela se quito la camiseta y, luego, hizo lo mismo con su sujetador. Su cuerpo era voluptuoso, delicioso en sus curvas, apetitoso en carnalidad... Un manjar de piel morena, suave y jugosa al tacto y el paladar,
-¿Qué tal así? – dijo, mirando a Davinia con algo de vergüenza, mientras se cubría los pechos con sus manos.
-No te veo nada escuálida – Davinia, le quito las manos, con las que se cubría, Daniela, los pechos, y puso las suyas en su lugar - yo a estos los veo bien grandes y rellenitos... perfectos para hincarles el diente.
-Tanto como eso – no, no iba a morir envenenada, sino devorada como la chica que la trajo para iniciar aquel trato, la estaba bien empleado por jugar con fuego -... Quizá solo saborearlas.
Davinia se llevo uno de aquellos generosos pechos a la boca.
-Mmmmmm... Sí, muy sabroso...
Los pechos se la endurecieron como rocas, ¿eran los labios de Davinia o la droga que la había dado?
-Ahora, dime – dijo, Davinia - ¿Qué deseas exactamente? Pero, recuerda, nada sale gratis.
-Ya pague mi parte, os traje alguien con quien saciar vuestro apetito, majestad.
-Mi apetito es insaciable – sonrió, perversa, Davinia.
Daniela se apuró, si hablaba en serio, pronto iba a ser platillo principal... Pues no iba a tener tiempo de encontrar a nadie más.
-Señora, yo...
Davinia sonrió leyéndola la mente.
Daniela sintió como otras partes de su cuerpo se endurecían e hinchaban, como su sexo ya supuraba de jugos ¿Qué la estaba ocurriendo?
-Es una cuestión de elección ¿Mujer – cordero o Dragóna?
Daniela se preguntó entonces si no podría existir un balance de las dos... pero, su propio cuerpo ya la anunció que, además de tarde para elegir, aquel equilibrio de fuerzas era imposible... sintió aquel dragón penetrar entre sus muslos, llenar sus entrañas, y empalarla hasta que con un gemido dejo salir la otra parte entre sus labios...
-Arrodíllate y tómalo entre tus piernas y con tu boca – ordenó, Davinia – él decidirá si vas a ser amante o entrante.
Daniela se dejo caer de rodillas al suelo, mientras sentía su cuerpo arder... y como aquella presencia brumosa la atravesaba de lado a lado, tomándola por la boca y el sexo.
Pero, poco a poco, ya no sintió ardor, sino la frustración de tener aquel fuego dentro y sentir que se enfriaba, congelándose en su interior y negándose a explotar... Entonces supo que el cambio estaba echo, y quiso llorar al entender que había pagado más de lo que merecía aquella muchacha... Davinia no la mintió, el precio fue alto.
El frío de su piel y su interior nunca podría ser templado, mientras que ella exudaría deseo para todo aquel que la rondara... No, no era un pago justo, pero, ya estaba avisada...
Davinia se inclino y atrapo con sus jugosos labios los ahora frías, pero apetitosos y carnosos, de Daniela... No, ya Daniela no existía... ahora solo existiría aquello en lo que su sed de venganza la había convertido: en un congénere de la Muerte, una bailarina más de sus danzas macabras...
Davinia se burló de ella, mientras se retiraba mordiéndola y estirando su labio inferior, con estas palabras...
-Ahora si que estas para comerte... viva – y soltó una carcajada, mientas la tomaba como una mujer toma a otra...
... Y aquella nueva criatura sintió que no la dolieron aquellas burlas ni las vejaciones que Davinia la sometía al chuparla y acariciarla en esos momentos cuando ya no sentía nada más que un hambre que nunca se lograba de saciar, no ahora solo sentía sed y hambre, y una terrible furia asesina... El precio fue alto, pero, ya dejód e importarla aquello también.

domingo, 3 de julio de 2011

Los Comediantes; Numero 1

Ángela Morrigan, de piel tostada y cuerpo diez, caminaba por la calle, alguien la llama, la hace girarse...
-Ah, eres tú – dijo ella, reconociendo a quien la reclamaba.
-¿Por donde iba? – dijo Davinia.
-Ah, si – Ángela, frente a ella, la anima a continuar al historia - creo que los acostaste y ahora estabas mirando un libro de recetas para engordarlos más rápido, y la mejor forma de comértelos.
...
Al día siguiente los dos jóvenes se levantan hambrientos.
-Hola, señora - dicen al ver a su anfitriona en la cocina.
Ella se da la vuelta y los saluda.
-buenos días, niños, siéntense y desayunen - les dice, llevándolos a la mesa y mostrándoles todo un sin fin de cosas deliciosas.
Los niños tragan lo que la mujer les pone, la rubia y mofletuda Grétel la que más... Al final, dándose por satisfechos se echan atrás y se frotan las barrigas.
-Estaba todo delicioso, señorita – le dice, Hansel - pero no quisiéramos abusar de su amabilidad, y aunque la calle es fría, seguir aquí nos convertiría en una molestia para una señorita que tan bien se ha portado con nosotros. Nos iremos pronto.
-¿Por qué? – se queja, Gretel - Aquí estamos calientes y tenemos comida y a la señorita seguro que no la importa que nos quedemos - la mira con ojillos de cordero degollado - ¿Verdad, señorita?
-Es verdad, y me encantaría que se quedaran todo lo que quisieran – le dice, acariciando sus mejillas.
-¿Podemos quedarnos? – dice, Hansel - Pero tendremos que pagárselo de alguna forma, nada es gratis en esta vida.
-Por su puesto, dulce querubín, me ayudaran con tareas de la casa, las que dos pequeños como ustedes puedan hacer.
-Ok... ¿Y en que tarea quiere que empecemos?
Fingiendo, la mujer, pensar.
-Por ahora necesito que me ayuden probando cada uno de esos platos, y decirme si son ricos. Necesito que prueben cada uno de los platos y si es necesario que repitan...
-Lo haré yo – dice la siempre glotona Gretel -. A ver...
Gretel prueba cada plato.
-Están todos muy ricos – dice, sonriendo y marcando sus redondas y llenas mejillas.
Les había puesto, a esos platos, unas gotas que aumentaban el apetito para que siguiera comiendo.
Gretel come sin parar, repitiendo incluso.
-Esta riquísimo... Tienes que probarlo Hansel.
-¿Y yo que puedo hacer, señorita? – pregunta, Hansel.
-Tú, corazón, ven conmigo... mientras ella me sigue ayudando.
Y Gretel come y come hasta acabárselo todo...
La mujer lleva a Hansel a un cuarto cerrado, y le da una bebida con gotas para dormir... y lo encierra, luego, vuelve a ver a Gretel... a ver como va esa dulzura.
-Me lo acabe todo, señora, es usted una excelente cocinera – dice, Gretel - ¿Que mando hacer a Hansel?
-Esta ayudándome. Tú, corazón, toma esto y ve a tu cuarto a descansar - le da un vaso con gotitas para dormir.
...
-Mírales, que gorditos y sabrosos estaban en los últimos días... Al final Hansel estaba como un tonel, aunque, como siempre supe nada más verles, la mas sabrosa y jugosa al paladar fue Gretel – se relamió Davinia.
Subida a la rama de un árbol, la chica antes llamada Daniela, y actualmente, conocida como la Hermana o Danzante de la Muerte, conversa, mientras otea el horizonte, con un Gryzzmolking.
Él: ¿Sabes una cosa curiosa?
Ella: ¿Qué?
Él: ¿Sabes porque a las ancianitas les gusta pellizcar los mofletes a los niños y las niñas?
Ella: Mmmmmm... ¿Para ponerlos colorados? ¿Para ver si tienen grasita?
Él: Sí... las ancianas tienen una gran falta de proteínas, y comprueban que niños están más tiernos y gorditos, pues la carne de niño o niña es la que más proteínas tiene.... Recuerdo una vez, viajando en un tren, que lo vi en directo ¿Quieres oír la historia?
Ella: Diablos (Ella se muerde los labios)... Soy toda oídos.
Él: Pues, andaba yo en el tren, y frente a mi había una señora mayor y una madre con su hija... La niña no paraba quieta, y al principió pensé que eso era lo que llamo la atención de la anciana. "Pero, que niña más guapa y rica", dijo la mujer pellizcando las redondas mejillas de la niña... Yo intente abstraerme en el libro que iba leyendo, pero, cuando la señora, entre susurros le ofreció dinero a la madre, me sorprendí, pero, bueno, la madre era una de esas chicas inmigrantes y pensé que a lo mejor era su jefa y estaban saldando algún sueldo. Entonces llegamos a la última parada y, para mi sorpresa, la madre se fue por un lado y la anciana, con la niña en brazos. por el otro. Vi a la anciana parar en una verdulería y comprar tomates, zanahorias, manzanas y alguna cosa más, mientras seguía
pellizcando las mejillas de la niña... Como soy de naturaleza curiosa, la seguí hasta su casa... y para mi fortuna era un bajo: ahí lo vi todo; vi como bañaba a la niña, y como seguía pellizcándola, pero, esta vez, por todo su cuerpo: nalgas, brazos, muslos, torso... Y tras secarla, ni siquiera la vistió, la llevo directamente a la cocina... No podía creerme lo que vendría a continuación. Tumbo a la niña sobre una fuente de plata y empezó a sacar el contenido de la bolsa que había comprado en la tienda... La nena quiso moverse pero la vieja la dijo que se estuviera quieta, y, aterrada, la niña obedeció... La anciana cortó las manzanas y las zanahorias y las echo en la fuente donde estaba la niña, después hizo una salsa de tomate con especias, y, aun caliente, baño con ella a la niña poniéndola tumbada en posición fetal... aprovecho esa posición para colocarla una rama de perejil en la entrada de su ano y una manzana en la pequeña boca... Luego, y para horror mío, vi como metía la fuente, con al niña dentro, en el horno y lo encendía antes de ponerse a ver la telenovela... Me fui antes de ver como se comía a la pobre e inocente niñita... Esa es la historia
Ella: ¿Y por qué no llamaste a nadie? (levanta una ceja) ¿Por qué dejaste que se comiera a la pobre niña?
Él: ¿Y que digo... Oigan una señora se esta cocinando a una niña?
Ella: Eso.
Él: Me hubieran tomado por loco, y, además, la madre no iba a testificar, después del fajo que se había llevado.
Ella: Ok.