lunes, 7 de abril de 2014

LA FRASE Y SU PERFUME



 
Recuerdos de fémina aroma
extractos de risas que acoge mi codicia,
lamentos surgen de las fraccionadas dunas
que de la brisa barre
al son de jocosos paisajes,
rodando como malaventurado
que del barranco desciende,
esperando atinar al final de su caída
a tu fragancia bañada en olas
de antagónicos mares en sus rumbos,
a tus palabras esparcidas como el polvo
de un suelo que a tus pasos extraña,
y a la utópica piel de aquel velo
que modelar espera ante unos ojos malogrados
que te recuerdan...
como el presente le recuerda a su pasado
que el futuro hasta la muerte te acompaña.

Eres la voz que a los cuatro vientos 
les fue robado,
por un destino que por labios nuestros
él fue forjado,
en ausencia de los besos
y en presencia de las frases,
frases que el corazón desconoce,
frases de un indeseable juego
que solo Judas de su final conoce.

jueves, 3 de abril de 2014

Equinoccio

Déjate ver
Déjate ver con la sonrisa bien marcada,
Con la mirada caída o suspendida en lo más alto,
Como un péndulo de contradicciones,
Atado a la gravitación de la realidad
o al espasmo de pequeño sueño,
En ocasiones las realidades son sueños
Y los sueños son meras utopías,

 Piensas, piensas, piensas
En lo que puedes perder,
El vacío, la sed, el tiempo,
Y pensar que drogarse no es solo ingerir alguna sustancia,
Como beber cerveza o cucuy hasta decir basta,
Altero mis sentidos con solo escuchar el equinoccio
entre distancia y el tiempo en equilibrio,
El calor y el frío…
Coltrane entre altos y bajos,
Me relajo para perder de vista el verso,
El aire se limita a decirme lo que quiero, sin falta ni premura,
Con cada milésima de sentido para robarle el aire al saxo

Y piensa, piensa, piensa,
En que llevarse a la tumba lo que puedes pensar es tan nulo,
Como simplemente decir que eres bella y plausible
En el escenario que presentan mis ojos,
Como para tomarte entre mis brazos y darte el aliento
Para entonar notas con tal brío como para llamarte libertad
Déjate ver como acorde de ocho letras,
de ocho segundos o de ocho estrellas
Segundos repletos de horas y días,
Ocho veces el infinito,
Pitágoras y el jazz.
Recorrido sin rumbo,
Con rumbo al encuentro entre dos vertientes,
El centro es el caos donde no importan los vectores ni las aristas,
Ni como salirse de las raíces cuadradas
hasta desmenuzarse en complicados decimales,
Recorrerte sin rumbo y sin fin,
Terminar siendo el perseguidor del ritmo 
y el aliento negado.