somos asesinos culpables de matarnos,
somos astros que se niegan
en la textura cenagosa de dos armas blandas,
como si libráramos una batalla por nuestras vidas
donde nuestra existencia individual no vale mas
que la suma de nuestras partes
que la suma de nuestras partes
y en el prurito que se condensa en la gravitación de tu amor,
un átomo en su suma de neutrones,
protones y electrones en la infinita expiación del desconocimiento,
desencadena la total aniquilación.
Como un átomo somos mas caos
que orden en majestuosa unión y letal separación.