sábado, 25 de enero de 2014

Venus



El menguante de tus labios sonriéndome 
y un guiño de tus ojos que me reaniman en la penumbra, 
tu esencia que nace en Venus 
parte de la benevolencia de abrazar el universo 
con cada palmo y años luz que puedan abarcar tus versos. 
Eres un poema en movimiento, 
la luz siempre constante a través del espacio 
y el tiempo que quizás es el prisma de tu percepción. 
Hoy solo veo el cielo con miles de estrellas que viven, 
que mueren o agonizan. 
Pienso que la muerte es un resurgir, 
es inmolar al mismo hades para ir de vuelta al magma... 
"es curioso que lo que una vez mató pueda dar vida". 
Acá estoy entre mis recuerdos, 
frente a una inmensa nocturnidad 
y el saber que no ves este mismo cielo 
me destierra aún más a la soledad.


Sleeping Venus - Paul Delvaux 

lunes, 20 de enero de 2014

Extavío

Y en la noche...
El frío susurro que atormenta, a veces grita, vomita o vocifera,
El spleen en el aire es un veneno cáduco,
No morir tras la ingestión de la cólera y languidecer bajo la resignación y el desamparo,
Y basta con decir que lamentarse es desangrar los segundos de un reloj sin minutero…
Y cada segundo de cada semana, de cada mes y por todos los años…
¿A quién le importa la exactitud del tiempo? Siempre estoy a destiempo…
He pensado que estoy al borde, no cerca de precipicios ni lejos de la vida...
Solo al borde de colores, de contornos, entre pixeles, disperso entre los átomos.
Tomando formas o dejando de ser, para estar en un todo sin ser nada.
Las noches son calmas, rememoran los pasos por las mismas calles, a las mismas horas,
Transgredo los límites de mi universo, dibujando cuadrados dentro de círculos,
Redescubrimos nuestras soledades acompañados... No con la misma gente...
Los ángulos del orden ¿para el hombre, por el hombre?
Me pierdo de vista, el sol en un día cualquiera sugiere que abra los ojos,
Continúo ciego y a veces solo pretendo serlo,
Me aflige la apatía como un peso que me desprende de la vida
Quiero dejar todo y salir de mi mismo
Buscando otros pasos, calzando la vida aunque me quede corta
Pero es así... son pequeños momentos de extravío…
Y recuerdo que
                                   tanto un grano de arena
                    como una roca
                                se hunden igualmente
en el ancho
mar.

miércoles, 15 de enero de 2014

Blanco Equidistante.

Ahora todo está en blanco, dispongo mi mente al vacío, veo el blanco a través de mi propio pudor. Color equidistante, el gris solo es mi contorno, no albergo un espacio sino un margen en tus palabras y miradas. ¿Espacio? ¿Anti espacio? En el retiro de pensamientos, Valium es insuficiente y el opio es basura… Tus pasos suenan en colores llamativos, entre rojo, verde y el canela de tu piel. Pero sigo en blanco… Desde lo que no entiendo pero me fascina, lo desconocido que me desespera, me muevo entre contradicciones… la línea que rompe el tao.

Blanco infinito, espacio no creado, paz de los restos. Así lo vi, así lo veo desde la hoja donde escribo, el espacio en blanco donde vi a mi padre, la luz que de blanco mortecina todo lo resalta y amplifica, todo como un preámbulo a un interrogatorio en la mismísima marcha fúnebre.

Blanco es su creencia porque en nada cree rezar o pensar, blanco es el aire en sus pulmones y su deseo por el mismo blanco. La muerte resignada viste de alegre blanco y los ángeles son negros porque traen malos presagios y la pacificación de la esperanza otorgando la paz con la eliminación del contrario. Es así como el blanco está en la ignorancia y en el olvido de una sonrisa mezquina… Y podrán llover las recriminaciones en la conjugación del tiempo mientras entre escalones nuestras miradas suben y las suyas bajan pero sus lágrimas son de un fatuo blanco y la lluvia es negra como este cielo al que brindo y camino…

EUTANASIA MORAL


Voces que velan tu sacro nombre,
Tormenta que en arena se abriga,
Borrosa tu imagen, intacto el recuerdo,
Espumosa dosis de una morada perfecta,
Todo un recital en mi garganta.

Granizados ojos que del cielo caen,
Gélida mirada de sembrados rumbos,
Una raíz que al cielo llora,
Un minuto de madurez,
Un minuto de evolución,
Un minuto eterno,
Eterno limbo mental.

Carente eslabón de un ilícito sueño,
Sueño que a sus partes esconde,
Le teme a su verdugo, su pesadilla,
Eutanasia moral
Ante clérigos ojos en su recuerdo.

Rebelde sombra que a la luz te expones,
Como rayo que a su presencia canta,
Agudo, tajante, y fugaz,

Un “Tokkōtai” de su destino.