sábado, 29 de septiembre de 2012

Frialdad


La frialdad que dispara gota a gota el sonido de la inclemencia,
De cada rasgo detestable,
Como lágrimas corrompidas por el odio,
Sal que reseca tus labios,
Transmutadas por la alquimia de los mas imposibles deseos,

Por las mil y una noches dejando solo un recado,
Resulta insoportable contar cada gota,
Solo es polvo, desgracia para tus ojos,
Recelo que descansa en mis labios,

Mi lluvia en tu tez omnipresente,
Reflejo que combate un paisaje,
Retrato de lágrimas suicidas,
Inmensidad en decadencia en mi presencia,

Cada rompimiento de las voces que estallan en mi conciencia,
Esencia que pasea a través de mi silencio,
Que se descompone, se degrada pero aún sublime me atormenta…
No llega a mí ni en palabras,

En el pudor de mi propia imprudencia,
El dolor…
¿Se desvanece?
Al igual que mi propio aliento que se acalla,

Voces siniestras que inquietan con cánticos caóticos,
Pregoneros de fines denigrantes,
Aquellas que juegan con mentiras nuestras,
Mentiras se repiten, falsedad impúdica,
Indecisión lamentable en la mente del débil,

Y las imágenes… ¡Oh si! Esa proyección que evoca con cada pincelada imperfecta,
Se niegan a sentidos absortos, fríos y estériles,
Un reconcilio ante viejos demonios,
Un cierto tono impersonal ante la vida
En un augurio finito de muerte...

lunes, 3 de septiembre de 2012

Esporádico Sueño



Desde los sueños que son tus praderas,
Tu temple árido en insidiosas montañas,
Desde la paz que envenena tu liturgia en mis sábanas,

Desde un grito que aniquila una ilusión,
Tan fulminante como el beso de una lamia,
El tiempo es nocivo, breve y etéreo,

Los despertares son tan esporádicos,
Cuando la vida es un sueño,
Los anhelos tan traicioneros,
Cuando tú eres un sueño,

La muerte es el vacío en tu olvido,
La lucidez en el amanecer de mi conciencia,
En el mismo agravio de un olvido turbio,
Que desaparece una lóbrega mañana.