domingo, 29 de mayo de 2011

Frente al telón



Se abre el telón, 
Vislumbrando un escenario en blanco,
Espacio vacío sin decoración ni reparto,
No hay actor, ni idea ni sentido,
Solo el bostezo de aquel que ha caído,


Ha muerto una vez, nuevamente, para siempre o nunca...
¿Qué importa el tiempo?
Ahora no... Pues te será eterno.


Entre gritos, quejidos y burlas,
Aún audibles inmersos en la oscuridad,
Sin distinguir el vacío ante sus ojos,
En sus almas...


Callaos! guardad silencio,
Labios cocidos,
Silenciados y entrelazados con púas,


Ahora que no tienen nada más que ver,
Otorgadme vuestros ojos,
Otorgadme ese par de zafiros, perlas o rubíes,
Ya no necesitan ver más,
No os permitiré ver más.


Se ha abierto el telón, 
Una parodia de la realidad un insulto a una vida insana
Las risas aberradas de seres insensatos. 
Vi con ojos ajenos el espectáculo, 


Mi pretensión a esclavizar sus mentes, 
Se ha hecho añicos... 
Todo nexo, cualquier alternativa y, 
En este alegórico pináculo será hora de romper las máscaras. 


Ahora solo pensamientos y reflexiones puedo torturarlos,
Entre imágenes alusivas a la maldad, perversión y Terror,
El miedo confundido entre el odio y la lujuria,
Todas las emociones que coaccionan la mente, 
Esto es locura...


¿Por qué están aquí?
Decirles porque ven con vuestros débiles corazones,
La maldad abnegada en cada sombra de su alma,


Cuerpos carcomidos por el tiempo,
En solo segundos lentamente, 
Perdiendo la vida en cada instante,
o tal vez... ¿ya están muertos?


Ahora tan solo... observar como sus cuerpos caen en desgracia,
Deleite personal ante el sufrimiento ajeno,
Espectáculo de bufones o ¿marionetas?
Cada carcajada y aplauso que cierra un epitafio,


¿Soy yo el malo?
Quien borro la sonrisa vuestro marchito rostro; tal vez ¿arrepentido?
Soy yo el imbécil que hace el papel de victimario por solo querer ser víctima?
Ahora mirad vuestro reflejo, ¿soy yo? qué ironía


Te aferras al pánico mientras desgarras tu propia piel,
Levantad del suelo cada visera maloliente y putrefacta,
Cada gota de sangre que se desparrama por el suelo,


Una vez dije que callaras y en ese momento se silenció tu piel,
Aquel tono pálido que se borró con el tiempo,
¿Pero no dije que el tiempo no importaba?
¿Que el color era imperceptible a vuestros ojos?
Entonces que eres?


No eres zafiros, perlas o rubíes,
No eres odio, dolor, o placer,
Ya no existes tras un nombre,
Ni te salvaguardas tras una memoria,


¿Entonces que eres?
No eres nada...
¿Ahora qué esperas?
Redención...
¿Realmente crees estar con vida?
¿Crees ser humano o algo mejor?


Desilusiónate,
sufre,
perece,


Espacio manchado de rojo,
Es un color plagado de imperfecciones,
Liquido rebosante de pecado flagrante,


En medio de la desesperanza,
Rebosante de mediocridad,


Rumbo a la luz,
Que os hierve la sangre,
Que os convierte en polvo,
Simple olvido,


Cierran las puertas y cae el telón,
No hay luces,
No hay oscuridad,
Solo un delirio,
Una gota que cae en el lirio.

lunes, 23 de mayo de 2011

El fruto de mi odio

Yace aquí esta raíz

Que en grandeza yo te espero

Y de mi odio te alimentes

Y en pudrición tu fruto crecerá.


De mi enemigo seréis alimento

Y en sus entrañas mi veneno.

Ensuciando aquella sangre

Que mancharon mis anhelos


Prohibida serás por tu belleza

Y entre almas serás mi deseada

Para protegerte, tenerte, usarte…

Y de tus victimas poder devorarles.


Tu nombre será palabra mía.

En ti crecí y moriré.

Alma mía bajo ramas tuyas allí me espera.

Yaces mirándome con frialdad,

sabiendo que mi cuerpo aborrece libertad,

Esperando mi condena y junto a ti a de matar.

Solo un recuerdo

Comenzó con un “te amo”…

Y en un “adiós” culminó…

Aquello que esperanza me llenaba

Ya solo en olvido fracasó.


Solo fotos dan vuelta al recuerdo,

donde mirada vuestra quedo marcada.

Aquella que jamás recordare

y solo esta descrita en tus últimas palabras.


Contemplar mi reflejo, viendo un viejo cuerpo

y tan solo recordar un grano en mis recuerdos,

Según historia que un chiquillo me exclamó,

Fuiste la princesa que de mi reino se adueñó.


Ojos míos reclaman la presencia de luz,

la que en mi vida en oscuridad se transformo.

La luna y las estrellas se marcharon

Y el sol a mi vida siempre se olvidó.


Bajo estos ojos ciegos solo veo mi conciencia,

que bajos sombras yace confundida

en una esfera de inconsciencia.

Tan frágil y violenta

Desvaneciendo en mis momentos….

Momentos de indigencia.

Una bella bienvenida…

Vida mía, cuatro paredes pintadas.

Paisaje hermoso que bajo manos estas,

Néctar de mi alma, última gota derramada,

Sin nada que perder, la verdad has de conocer.


Recuerdos llegan de aquel resurgir

Para aquello que dio un respiro

En mi alma fue suspiro

Y al destino un susurro,

Una mentira disfrazada de esperanza,

Un error sepultando mi desgracia

Un beso marcando mi camino,

Una mirada fijando mi destino.


Ahora que mis ojos contemplan sombras

Y luz a mis espaldas olvido

Mi pasado saludo ante mis pies

De nuevo al palacio de los perdidos.


Frio aliento en mi cuello percibo

Helido abrazo de aquello que odie

Mi sed volcado en sus propios perjuicios

Acepta el rechazo de aquello que una vez ame.


Sentado en mi trono, con mi corona de ideas,

Con mi alma entre manos

Desangrando su destino

Obligando al infierno sumergir

Disfrutando del sufrir, rio de sus llantos,

Crucificando el tiempo ante sus ojos,

y en desilusiones alimentado hasta morir.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Entre la luz mas intensa hasta la esperanza puede llorar...



Mantén la mirada en esos sueños, no te resistas al constante bamboleo de las olas, costas en un mar de desesperanzas, aquí no hay lugar al que aferrarse ni imagen con la cual guiarse... ¿me has visto? ¿Eso crees? no... Solo efecto de tu imaginación, te está jugando sucio, pobre de ti...

No abras los ojos, ya no estoy contigo ya no soy parte de ti, te he abandonado y solo te encuentras sentada en un escalonar sin fin. No caigas, solo continua sin sentido alguno, no lo necesitas.

No intentes desdeñar la realidad, desvelar lo que hay detrás de estas palabras que susurran con delicadeza a tu oído. No hagas caso omiso de mis palabras y solo abrázame entre sueños y haz ver todo con esplendor, sin temor al fin.

Te cubro los ojos, pues veo que quieres hacer trampa, solo quiero explorar sin presenciar el temor de tu mirada o, ¿quizás yo tema a observarte fijamente? Mi tacto sobre tu piel resplandeciente, ¿sientes? mis caricias sobre tus mejillas, mi pulgar sobre tus labios y una sensación de urgencia de besarlos y amarlos.

Ahora observa, mira detenidamente el espacio desnudo de la soledad que te rodea. Aún sigo contigo, en tus fantasías; soy la lujuria encarnada en tus pensamientos y el pecado te llevará al sufrimiento.

La desilusión, tus brazos extendidos hacia el viento, tu cuerpo desnudo acariciado por la tersa y cálida brisa de primavera. No encuentras respuesta a tus caricias, no ves lugar donde colocar tus plegarias.

La autocomplacencia, el flagelo dulce de tu propio cuerpo. La delicadeza que conduce al placer tan intenso como para olvidar por un momento. No, no es suficiente puesto que el amor yace en algún lugar, en algún entierro.

Ahora soy tan vago como la imagen que se pierde en un claro de invierno. Con el tiempo siento que muero, ahora tristemente agonizo en tus recuerdos. Permite un espacio entre lágrimas desenfrenadas y cierra los ojos.

Cierra los ojos amor mío, ¿Qué observas? Detallas de tanta bruma una silueta difusa, un semblante acongojado, una figura avasallada por el transcurrir del tiempo. Así, he dado paz a mis restos, a mi alma castigada por el incordio destino.

No sufras, aquí estoy, soy el poeta que abandono sus versos y las artes persiguiendo sueños ilusos. Me he perdido en mi mismo, me he perdido en ti y sobre todo te perdí para siempre. Ahora he muerto, son dos los viajes que he decidido tomar al infierno solo por verte a través de sueños y fantasías.

Ahora olvida las palabras que se consumen en el fuego, solo cierra los ojos y olvida.

Quizás no esté cuando abras los ojos. Mis manos acarician tu cabello, mis labios recorren tu mejilla y mis ojos tu cuerpo. Ligero tono rojizo de tu cuello, ruborizado, de forma singular, eres hermosa y apacible. Soy un pendenciero, alguien sin escrúpulos por hablar de esto, soy ladino pero definitivamente soy sincero en este momento.

La verdad es que soy un cobarde.

No, la verdad es que te amo y quiero estar a tu lado.

La verdad es que sigo frente a ti o; ¿tal vez nunca existí?

Ojala fuese tan sencillo, tan simple, tan efímero.

Tras un ferviente deseo, existo y solo frente a ti respiro.

jueves, 5 de mayo de 2011

Entre poemas y reflexiones no lloro, solo me rio…



20 ocasos ninguna primavera
No hago oda a la melancolía,
Cito esta vez a la burla y la ironía,

Camino de reveces,
Extraño curso de la vida.

Como intentar palpar los versos de tu labios,
Algo más que imposible, lamentable...
Como revivir las vidas de antaño,

Vi morir las estrellas,
Un día despreciable,
Debí irme con todas ellas,

El agua refleja tus lamentos,
Un búho interpreta tu silencio,
Un sonido lúgubre y perpetuo,

Tres espadas en una onza de agua,
Tinto líquido derramado en tus sabanas,
Tus ojos fueron forjados en una fragua,
El infierno es un límite para el alma,

Tras el bostezo de una última clemencia,
La vida se agota, ya no hay castigo ni atadura,
La impunidad es evidencia de tu elocuencia.



Quizás leas esto, quizás me anime a mostrar el contenido de esta carta. Solo una suposición solo una promesa que dejo en el aire sin garantía ni recuerdo.
Difícilmente puedo organizar mis palabras con tal audacia que desvelen un semblante de sorpresa en ti, o tal vez; una sonrisa o sonrojo ¿quizás? caigo en suposiciones nuevamente.

Ya lo he dibujado en mi mente, un bosquejo de mis acciones, cuidadosamente premeditadas, pero... solo es eso un bosquejo. Independientemente del resultado me he decidido a realizar esa audaz pero torpe acción, lo imagino como algo ridículo y vergonzoso. No espero respuestas afirmativas, no aspiro sonrisas, besos o caricias, solo una respuesta que de paz a mi alma.

Si, en ese espejo... intercambiamos los papeles al vernos el uno al otro. Nuestras manos oprimían fuertemente nuestros corazones en señal de dolor. Aquel escozor que se alimentaba de nuestra alma ya había hecho arder cada espacio; como un papel quemado, una hoja de memorias, mentiras y objeciones. Tal vez arrancar órgano por órgano en señal de redención y para aliviar nuestras penas y, allí nuestro corazón convulsionante y agonizante no queda más que estrilarlo...

Ahora ¡tú! mi reflejo, mi hipócrita y descarado reflejo has valer tu papel en este mundo. Te confió la muerte y sufrimiento de mis enemigos.
Hace tiempo deje entre mis restos algo de afecto, no murió pero no yace vivo completamente, solo un cruel epitafio de una personalidad en decadencia.

Desgraciado el titán sin brazos, su propia muerte ha infringido.
¿Algo de Importancia? solo impotencia llevada a un patético suicidio...

Rojos paisajes, oscuros pesares,
Ideas teñidas de vergüenza,
Deseos que emanan desesperación,

El sudor de la pasión, la tentación conlleva a la traición,
Lagrimas que se tiñen de silencio,
Languidece y se plasma en el lienzo,

Un cuerpo maltrecho por el tiempo,
Tan inútil, tan embriagado en su propio fracaso,
Palpa su tumba frente a él, la muerte lo asecha,
Rostro enflaquecido, una boca sin saciar,

El apetito de un vástago sin reino,
El poderío de un rey sin corona,
Mísero cuerpo repleto de estigmas,

Mil improperios te dejan sin aliento,
Labios que censuran los quejidos de un cuerpo lacerante,
Una voz le da paz hasta al mismo silencio,
Bajo el sosiego, el grito de venganza,


La amabilidad ha palidecido tras haber sido fornicada por el odio y el desprecio.
¿Cuánto tendrás que sufrir? pues, ya no... Ahora, entrégate al efímero paso del tiempo, a las horas, días y años que nunca viste pasar cegado por el implacable destino.

El singular concepto que nos ata a la muerte, ¿aquel que entrecruza lazos de amistad y amor?, patrañas, simples conceptos que oculta la vulgaridad de nuestra existencia.
Hoy no me siento humano, ni ayer, ni mañana, el placer solo yace encadenado al dolor ajeno. Un ser misántropo, errático e inconcluyente; plagado de dudas, pesares y más que todo odio.

Aquel vagabundo que rondaba las calles sin rumbo, ni hogar, el precio de su vida es mísero comparado a los que lo rodean y sin embargo no se rehúsa a vivir porque es lo único que le queda o tal vez por temor al infierno.

Los lamentos, lágrimas de cocodrilo de un cuerpo sin vida, aderezadas con desesperación. El festín ha comenzado, los cuerpos se rehúsan a morir, a estar en paz mientras la parca. La representación de la gula después de la muerte, toma cada corazón, ojo, pulmón, en fin cada órgano para luego engullirlo ferozmente. Sus almas ahora son inexistentes... el cielo ha perdido otras más, o ¿quizás el infierno?

Deseosos los ojos que se jactan de ver imágenes de sexo salvaje, horrendas manos que quieren perpetrarlas. Violaciones, incesto, homicidios e infinidad de actos horrendos; siempre supe que el infierno está en la tierra y el cielo en la imaginación. No hay forma de brindar por ello ni hacer una alabanza sin embargo hacemos la vista gorda y continuamos “viviendo”.

Una gota sangre en una onza de agua,
El credo de los santos incrédulos,
El testaferro del magnánimo,
Siguiendo el sendero de los oprimidos y de los impedidos...
Obtened placer de quien mendiga sufrimiento,
Testaferro de la maldad encarnada,
Firma el testamento pues tu inocencia a muerto,
Firma clausula y tu alma será mía,
Entrégate en cuerpo y alma,
Me regocijaré con tus lágrimas y me saciaré de tu sangre,
Te prohíbo languidecer en desgracia,
Ante nadie… solo por mí, solo ante mí.


¿Quién dice que alguien debe ser feliz? todos buscan lo mismo en esta vida, el "éxito" tan escurridizo que al alzar la mano podrías terminar quemándote por la inmensidad de fuego eterno, tus ojos arderían por el brillo y entre la luz más intensa hasta la esperanza puede llorar.