jueves, 5 de mayo de 2011
Entre poemas y reflexiones no lloro, solo me rio…
20 ocasos ninguna primavera
No hago oda a la melancolía,
Cito esta vez a la burla y la ironía,
Camino de reveces,
Extraño curso de la vida.
Como intentar palpar los versos de tu labios,
Algo más que imposible, lamentable...
Como revivir las vidas de antaño,
Vi morir las estrellas,
Un día despreciable,
Debí irme con todas ellas,
El agua refleja tus lamentos,
Un búho interpreta tu silencio,
Un sonido lúgubre y perpetuo,
Tres espadas en una onza de agua,
Tinto líquido derramado en tus sabanas,
Tus ojos fueron forjados en una fragua,
El infierno es un límite para el alma,
Tras el bostezo de una última clemencia,
La vida se agota, ya no hay castigo ni atadura,
La impunidad es evidencia de tu elocuencia.
Quizás leas esto, quizás me anime a mostrar el contenido de esta carta. Solo una suposición solo una promesa que dejo en el aire sin garantía ni recuerdo.
Difícilmente puedo organizar mis palabras con tal audacia que desvelen un semblante de sorpresa en ti, o tal vez; una sonrisa o sonrojo ¿quizás? caigo en suposiciones nuevamente.
Ya lo he dibujado en mi mente, un bosquejo de mis acciones, cuidadosamente premeditadas, pero... solo es eso un bosquejo. Independientemente del resultado me he decidido a realizar esa audaz pero torpe acción, lo imagino como algo ridículo y vergonzoso. No espero respuestas afirmativas, no aspiro sonrisas, besos o caricias, solo una respuesta que de paz a mi alma.
Si, en ese espejo... intercambiamos los papeles al vernos el uno al otro. Nuestras manos oprimían fuertemente nuestros corazones en señal de dolor. Aquel escozor que se alimentaba de nuestra alma ya había hecho arder cada espacio; como un papel quemado, una hoja de memorias, mentiras y objeciones. Tal vez arrancar órgano por órgano en señal de redención y para aliviar nuestras penas y, allí nuestro corazón convulsionante y agonizante no queda más que estrilarlo...
Ahora ¡tú! mi reflejo, mi hipócrita y descarado reflejo has valer tu papel en este mundo. Te confió la muerte y sufrimiento de mis enemigos.
Hace tiempo deje entre mis restos algo de afecto, no murió pero no yace vivo completamente, solo un cruel epitafio de una personalidad en decadencia.
Desgraciado el titán sin brazos, su propia muerte ha infringido.
¿Algo de Importancia? solo impotencia llevada a un patético suicidio...
Rojos paisajes, oscuros pesares,
Ideas teñidas de vergüenza,
Deseos que emanan desesperación,
El sudor de la pasión, la tentación conlleva a la traición,
Lagrimas que se tiñen de silencio,
Languidece y se plasma en el lienzo,
Un cuerpo maltrecho por el tiempo,
Tan inútil, tan embriagado en su propio fracaso,
Palpa su tumba frente a él, la muerte lo asecha,
Rostro enflaquecido, una boca sin saciar,
El apetito de un vástago sin reino,
El poderío de un rey sin corona,
Mísero cuerpo repleto de estigmas,
Mil improperios te dejan sin aliento,
Labios que censuran los quejidos de un cuerpo lacerante,
Una voz le da paz hasta al mismo silencio,
Bajo el sosiego, el grito de venganza,
La amabilidad ha palidecido tras haber sido fornicada por el odio y el desprecio.
¿Cuánto tendrás que sufrir? pues, ya no... Ahora, entrégate al efímero paso del tiempo, a las horas, días y años que nunca viste pasar cegado por el implacable destino.
El singular concepto que nos ata a la muerte, ¿aquel que entrecruza lazos de amistad y amor?, patrañas, simples conceptos que oculta la vulgaridad de nuestra existencia.
Hoy no me siento humano, ni ayer, ni mañana, el placer solo yace encadenado al dolor ajeno. Un ser misántropo, errático e inconcluyente; plagado de dudas, pesares y más que todo odio.
Aquel vagabundo que rondaba las calles sin rumbo, ni hogar, el precio de su vida es mísero comparado a los que lo rodean y sin embargo no se rehúsa a vivir porque es lo único que le queda o tal vez por temor al infierno.
Los lamentos, lágrimas de cocodrilo de un cuerpo sin vida, aderezadas con desesperación. El festín ha comenzado, los cuerpos se rehúsan a morir, a estar en paz mientras la parca. La representación de la gula después de la muerte, toma cada corazón, ojo, pulmón, en fin cada órgano para luego engullirlo ferozmente. Sus almas ahora son inexistentes... el cielo ha perdido otras más, o ¿quizás el infierno?
Deseosos los ojos que se jactan de ver imágenes de sexo salvaje, horrendas manos que quieren perpetrarlas. Violaciones, incesto, homicidios e infinidad de actos horrendos; siempre supe que el infierno está en la tierra y el cielo en la imaginación. No hay forma de brindar por ello ni hacer una alabanza sin embargo hacemos la vista gorda y continuamos “viviendo”.
Una gota sangre en una onza de agua,
El credo de los santos incrédulos,
El testaferro del magnánimo,
Siguiendo el sendero de los oprimidos y de los impedidos...
Obtened placer de quien mendiga sufrimiento,
Testaferro de la maldad encarnada,
Firma el testamento pues tu inocencia a muerto,
Firma clausula y tu alma será mía,
Entrégate en cuerpo y alma,
Me regocijaré con tus lágrimas y me saciaré de tu sangre,
Te prohíbo languidecer en desgracia,
Ante nadie… solo por mí, solo ante mí.
¿Quién dice que alguien debe ser feliz? todos buscan lo mismo en esta vida, el "éxito" tan escurridizo que al alzar la mano podrías terminar quemándote por la inmensidad de fuego eterno, tus ojos arderían por el brillo y entre la luz más intensa hasta la esperanza puede llorar.
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