Una mirada de ensueño,
Te traigo como un tiro de gracia,
Cercana, precisa y letal,
El marchitar de una erizada piel,
Envuelto en un clímax de gala,
Tan bélica como un susurro al inconsciente.
Selectiva memoria la de mi instinto
Que en medio de la inexistencia
Narrada por lo cotidiano,
Bien conoció a La Perfección,
Fugaz, sin rastro, delito perfecto,
Primitivo aliento que se lleva el recuerdo,
Entre horas muertas de un pasado
Que asfixiado fue por su pecado.
Si debo elegir bajo estos aromas de invierno
Entre este gélido trago o tu cálido reencuentro,
Con agudas frases le diría al viento,
“Será mejor tomar una
cerveza para el alma
Y una masturbación
para el corazón…"
Solo es un breve reposo… en mi silencio.
