jueves, 12 de abril de 2012

Voces retratadas



Ahora, la doncella que conjuró mi demencia, con artimañas que deleitan enfermamente mi ser. Tanto diosa como diablesa es en definitiva una condesa de un reino taciturno. Consumiendo entre deseos y esperanzas de un simple cúmulo de entrañas. Termino siendo un festín de falacias, desmesurada sangre efervescente, amarga, fría y volátil… Ahora que ya sabes porque no muero, en un infinito estertor que alimenta tu estupor. Quiero verme reflejado en tu sentencia siendo castigado por tu voz.

-          Hola cariño, ¿Cómo te sientes?
-          Algo agotado, ya mi cuerpo no es lo que solía ser… ¿recuerdas esos años en los que solíamos viajar?
-          Claro que lo recuerdo, solías manejar incansable durante horas y podías incorporarte a la diversión sin dormir ni un poco.
-          Me motivaba ver tu rostro sereno junto a mí, era un milagro el solo verte trascender en la naturaleza, en la oscuridad, tanto en la tierra como en el cielo.
-          Tan adulador que tus palabras sentencian a estar en tus brazos, quizás tu elocuencia y tus versos sean mis grilletes pero aunque sea así… moriría junto a ti.
-          Quizás ambos seamos grilletes de versos, pasión y desenfreno.
-          Tal vez, estoy segura… Seamos nuestros propios verdugos, o mártires que sufren en silencio, gritan epitafios y desvelan el placer de besos recios.
-          Eres el dolor que me convence, me envenena y enaltece.
-          Siempre que estés en el infierno deberás subir los peldaños… allí estaré, aguardaré siempre.

Le he dicho que guardase silencio pero es insistente… ahora no se puede tener un tiempo solas, no pueden permitir que otras personas se regocijen con el solo hecho de estar solos, nadie lo comprende y quizás nadie lo haga o quizás lo hagan, tal vez demasiado, malditos desgraciados. Deja de hacerte el tonto –me dice-. Basta de tonterías poéticas e insultos hacia todo lo que es literatura, ve trabaja y has algo productivo con tu vida –continua tajante-. Yo sin embargo le remito una mirada fulminante y lo veo caminar de un lado a otro preocupándose por mí…. Le ruego al lector que en su falta de perspicacia no continúe leyendo si no comprende mi sarcasmo ni mi humor. Ya se ha ido y con él lejos puedo sacar la botella de ron añejo que guardo en la gaveta inferior del escritorio, siempre bajo llave para prevenir que alguien meta sus narices o su boca donde no deben, como una prostituta con cinturón de castidad.

Hace algunos días cometí un error, fingí tener lástima, me dejé llevar por lo que pensaban los demás y pretendí estar triste, es mas mi actuación fue creíble, pero luego de haberte hecho la idea de que aquello era inevitable, la muerte termina siendo tan tranquilizante para cualquier ser modesto y agonizante. Así se vio mi padre, en el predicamento de aceptar su destino. Recuerdo haberle hablado, o mejor dicho escuchado entre sus insultos y su manera de mofarse de mí que me recomendaba que alejase la vergüenza que le causaba y buscase una profesión. No hablé mucho con él, al poco tiempo ya había recorrido medio país en busca de cualquier excusa para establecerme, para ese entonces ya estaba harto de viajar.

Ya la noche calló completamente, mis manos se encuentran heladas y entumecidas, las noches se han tornado cada vez mas inclementes además la soledad parece contribuir con ello. Entre estas paredes, muros cubiertos de un tapiz raido, estantes de libros polvorientos, viejos cuadros en cada pared parecen observarme con sus miradas acusantes y delatoras.

Tocan la puerta, sonido tortuoso que perturba aquel momento de alegoría, mi voz no se atreve a salir, quizás por el tiempo en el que he estado en silencio o por un extraño presentimiento. Ahora una voz ronca y quejica se presenta desde el otro lado de la puerta. ¡Lárgate! –Grito angustiado- ¡Déjame en paz de una buena vez! –Continúo gritando ahora más desesperado-. Quizás se tratase de mi hermano o algún cobrador, eso lo ignoro.

Ha pasado un tiempo, no sé cuanto exactamente, he perdido el conocimiento por la embriaguez, no comprendo pero ahora escucho. Viejos cuadros me hablan, sus labios se mueven y en la sinfonía del silencio llenan de palabras mis pensamientos, silban disparatadas ideas alusivas a la muerte y la culpa. Son quienes golpean una y otra vez el cerrojo para el cual no existe llave, no habría forma de abrirlo y sin embargo la corrosión va de la mano con el tiempo.

¡Oh si! Duerme en mi regazo, la razón de mis penas, mis clamores y mis poemas. Guarda tus alas y cambia por placeres tus dientes y garras. Reserva tu recelo alimentado por oscuros miedos, salva tu inocencia o al menos dibújate con dulce clemencia.

La plena y rebosante locura de este cuerpo nauseabundo; Inmundicia que tiñe un lienzo que confunde los sentido a destajo. Evadir la mentalidad desequilibrada, mantenerse a ralla sin dar indicios de locura es una Azaña. Ahora me estoy ahogando en un mar o en un vaso de agua pero podría estar envenenada ¿no? ¿Quién podría querer verme muerto? (pregunta estúpida) pues no soy más relevante que un insecto en la inmensidad del desierto.

Sol abrasador y calor, la inclemencia sobre mí y la sequia de todo sentimiento sublime. ¿Hay lluvia? sí, es lluvia precipitándose, como las cristalinas lágrimas de un inmenso cielo abarrotado te nubes y relámpagos pero el agua no es más que un líquido corrosivo, acido que carcome hasta mis huesos, hasta hacer de mí una mísera mugre en el suelo. Por eso ahora vivo del alcohol, su fuerte aroma y su sabor mitiga el clamor a esos besos, a los ojos que se perdieron para no volver más y un corazón que se encuentra inerte.

Puedo escuchar paso cerca,  la madera que cruje y anuncia a un insolente intruso, sin lugar a dudas, curiosos de saber lo que hago, lo que escribo, lo que pienso… pero sin duda quedarán con la intriga. Otro vaso de para componer mis nervios, mi pulso y calmar mis pensamientos. Aún así continuo…

Me he visto morir cientos de veces, la alegoría de dejar la faz de la tierra es nublada por el hecho de dejar seres queridos pero en ese momento acude a mí una pregunta, ¿No debes morir porque alguien llorará? A mí acude otra voz que me dice: ¿Por qué debe importar si ya no existirás? No, aun no termina, tal planteamiento puede ser usado en la misma existencia del ser humano ¿Por qué deberíamos permanecer acá?

Desesperadamente bebo de esa botella, el calor volvería a mí con la cordura y también la vida. Existencia que se escurre entre mis manos, pecado que rojo color, turbio y espeso. Ese es el frío que me invade, el alma que se apaga y decae. Entre mis brazos se encuentra el amor pero estoy rodeado de odio y compasión miserable, solo mentiras, solo patrañas, solo prejuicios todos ustedes… ¡voltéense, Déjenme en paz! Sí, ¡Ellos! Viejos cuadros que me observan, me juzgan y se niegan a darme libertad. Tres cuadros que leen mis versos más de lo que escuchan mis palabras, siempre lo hacen, se inmiscuyen y hasta me maldicen.
Todos me ven como un signo de desgracia, eso me excita al punto de querer satisfacer mis deseos carnales pero no tengo manos ni piernas, ojos y oídos. Solo soy un espectro dentro de una miserable existencia humana ¿soy su reflejo? O quizás… ¿su contraparte?

Que haría para salir de acá y fundirme con el mundo y hacerlo colapsar (cataclismo). Ya paren de criticar, si ni saben nada de mí, solo leen sin comprender, solo buscan frases con las cuales citar mi locura y así poderme rechazar.

No me importa si me odias, me alegro que así sea, solo me rio, de mi burlesco semblante ¡Me siento importante! Ahora dirás "canalla" pero yo diré "basura" si soy una basura, me he autocriticado tantas veces que me es causa de gracia. ¿Critican mi sentido del humor? ¿Juzgas al ser mañoso que con comentarios sarcásticos ha herido tu orgullo? pues me siento mal por no haber dicho mas ¿es tan malo patear traseros con solo palabras? Así como el que se tropieza torpemente merece burla el que intenta ofender merece contraataque.

Sí, señores lectores (los pocos que hayan leído) soy desagradablemente inhumano, ya esa característica la he perdido y con ella mi misantropía se ha desarrollado. Un fuerte desapego a mi familia, amigos y seres "¿queridos?" es algo que me invade a cada momento, en mis noches de reflexión, cuando cojo la pluma y comienzo a desvariar. Noches como hoy, tan inquietante, sumisión del tiempo frente al destino, delicia, que delicia.

La repulsión hacia la humanidad misma y el detestable aislamiento de todo ente externo. Un ermitaño que se muerde las uñas en signo de desesperación, sigue hasta roer sus propios dedos en señal de hambre y se autoflajela propinándose un castigo. Efectivamente apesta, es horrendamente desagradable, entre su propia inmundicia solo causa lástima y entre eso la risa de algún desquiciado insensible. ¿Ahora me juzgan? Apuesto a que quisieran estrujar esta hoja de papel y luego quemarla para evitar que cayese en las manos de un pobre iluso que siga mis pasos.

Dañamos, destrozamos y acabamos con la naturaleza; aún así ¿merecemos vivir? pues otro dirá que nadie debe morir porque otro llorará... es algo "patético". Continúo de pie solo por el beneficio de gozar de una existencia, a merced del vicio que nos corrompe y condena, en la éctasis agridulce de amargo regocijo dentro de tanta desolación. Si ese fuese el caso de cualquier historia yo sería el villano indudablemente, aquel que no dudaría en actuar despiadadamente sin temer a consecuencias; esperen un momento ya lo soy, ya lo he sido tantas veces.

Ahora lo saben, solo me queda pintar un nuevo cuadro pese a un fatídico engaño… No olvidaran nunca mis palabras, ni mis escritos, indagaran en mi mente y yo en sus semblantes inmortalizados. Solo pienso en mofarme de su desgracia y de propio triunfo.

¿Que no puedo reírme? es tan simple ver que el sujeto solo es patético, solo la muerte lo sacaría de allí y yo sin duda podría matarlo pero no habría ya de que reírse. Vamos el hombre es vil por naturaleza, no existe persona que no haya sentido odio, que no haya experimentado la ansias de vengarse y sin embargo el que no tiene necesidad ni motivo para matar lo hace. No se necesita motivo alguno para querer extinguir una existencia, me refiero a alguna razón para matar a una persona en especifico; sin embargo la razón de cometer tal hecho se encuentra en la mente del perpetrador.

Los seres humanos acabamos desmesuradamente con todo a nuestro paso, el consumismo, la buena vida, la "evolución" nos acercan más a nuestro fin y aún así no podemos dejar de vivir de la manera que acostumbramos. ¿Ahora me creen? no soy el vil villano... solo alguien que se ha aventurado a revelar lo que nadie quiere pensar.

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