jueves, 3 de abril de 2014

Equinoccio

Déjate ver
Déjate ver con la sonrisa bien marcada,
Con la mirada caída o suspendida en lo más alto,
Como un péndulo de contradicciones,
Atado a la gravitación de la realidad
o al espasmo de pequeño sueño,
En ocasiones las realidades son sueños
Y los sueños son meras utopías,

 Piensas, piensas, piensas
En lo que puedes perder,
El vacío, la sed, el tiempo,
Y pensar que drogarse no es solo ingerir alguna sustancia,
Como beber cerveza o cucuy hasta decir basta,
Altero mis sentidos con solo escuchar el equinoccio
entre distancia y el tiempo en equilibrio,
El calor y el frío…
Coltrane entre altos y bajos,
Me relajo para perder de vista el verso,
El aire se limita a decirme lo que quiero, sin falta ni premura,
Con cada milésima de sentido para robarle el aire al saxo

Y piensa, piensa, piensa,
En que llevarse a la tumba lo que puedes pensar es tan nulo,
Como simplemente decir que eres bella y plausible
En el escenario que presentan mis ojos,
Como para tomarte entre mis brazos y darte el aliento
Para entonar notas con tal brío como para llamarte libertad
Déjate ver como acorde de ocho letras,
de ocho segundos o de ocho estrellas
Segundos repletos de horas y días,
Ocho veces el infinito,
Pitágoras y el jazz.
Recorrido sin rumbo,
Con rumbo al encuentro entre dos vertientes,
El centro es el caos donde no importan los vectores ni las aristas,
Ni como salirse de las raíces cuadradas
hasta desmenuzarse en complicados decimales,
Recorrerte sin rumbo y sin fin,
Terminar siendo el perseguidor del ritmo 
y el aliento negado.


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