Retrato inefable de turbias luces,
fugaz y anhelante,
una estela de venerados recuerdos,
estela que delata, te aprisiona, te
desnuda,
exalta la fe de un fariseo;
Big-Bang, cuerpo y alma...
te aclaman, te desean, te añoran,
un tesoro maldito.
Moldeada piel de arcilla,
hermosa luna palpable,
suave seda que a su ánima arropa,
alma que asoma, ríe y llora,
con una mirada de agua y barro,
¿eres lluvia de café o un crepúsculo
ambiguo?
Soy un campo que a tus frutos extraña.
¿Rosa roja de veneno santo
o dos puertas a tu averno?,
El tiempo del espejo huye
y las voces cantan tu silencio,
péndulo de colosal codicia,
latente, paciente, y soñador,
entre piedras a sus besos busco,
Rubí de belleza ajena.
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