jueves, 18 de septiembre de 2014

DESVELO GITANO


Tenue placer de bondadosos ojos,
luceros de águila,
cazadora voraz,
vuelas sobre los verdes campos
de aquella casa de recuerdos,
allí donde mi vista a ciegas observan,
allí donde mis oídos sordos se escuchan,
placentero hogar de carnoso lecho,
para tus plegadas alas
de seda danzante.

Armónicos pasos
en la labrada tierra
de una inquieta brisa palpable,
aquella que en sus manos
le concede una pieza,
como vórtice ardiente
que a mis anhelos besan,
como un trago al silencio
o brindis al alma,
una puñalada trapera,
que a la razón me desangra,
un sismo emocional,
sobre aquel ballet
de las curvas de polvo.

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