lunes, 4 de enero de 2010

Felices recuerdos de una agónica muerte


Buscando en urnas aquel grano de esperanza,
Donde memorias allí solo yacen enterradas,
Aquello que evite sufrir a una gran amada,
Aquello que al odio, del corazón siempre quede arrancada.

Alma que llora la desdicha del corazón,
cegado por la confusión, su amada hiere sin razón.
Otorgado final de su mas apreciada fantasía,
de aquella alma, de aquella vida...

Morid en silencio!!, vieja alma en joven cuerpo.
Tiempo no malgastes buscando lo perdido,
Desaparecer es nuestro único destino,
pero esa esencia¡¡, aun podrías encontrar,
En aquella vida, la savia de los perdidos!!

Invisible serás ante los ojos del mundo,
en cálidas memorias solamente lo veras,
darán cuenta de la ausencia de un cuerpo moribundo,
en el que el alma descansando allí estará.

Ultima fantasía, muerta se encuentra,
néctar de la vida que al alma arruinasteis,
en devastación todo a quedado.
Presenciad allí el momento,
Gozad, tiempo, de ti me han desechado¡¡.

Esencia aquella, sin razón quedo alojada,
en sufrimiento, allí quedáis encarnada.
Gloria!!, esperanza aquella que al alma otorgaría,
quitando los defectos... de esta humilde vida.

Porque lagrimas al seguir este camino?.
Seguid a la muerte, allí nuestro destino.
Dejad lagrimas para el comienzo de una era nueva,
Esperad allí, nuestro agónico reencuentro.

Momento lamentable, el destino hace presente.
Gritos, llantos, en el alma se desprende.
Cegado corazón, su odio debe soltar.
Debe verla sufrir aunque el alma sienta morir.

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