miércoles, 11 de mayo de 2011

Entre la luz mas intensa hasta la esperanza puede llorar...



Mantén la mirada en esos sueños, no te resistas al constante bamboleo de las olas, costas en un mar de desesperanzas, aquí no hay lugar al que aferrarse ni imagen con la cual guiarse... ¿me has visto? ¿Eso crees? no... Solo efecto de tu imaginación, te está jugando sucio, pobre de ti...

No abras los ojos, ya no estoy contigo ya no soy parte de ti, te he abandonado y solo te encuentras sentada en un escalonar sin fin. No caigas, solo continua sin sentido alguno, no lo necesitas.

No intentes desdeñar la realidad, desvelar lo que hay detrás de estas palabras que susurran con delicadeza a tu oído. No hagas caso omiso de mis palabras y solo abrázame entre sueños y haz ver todo con esplendor, sin temor al fin.

Te cubro los ojos, pues veo que quieres hacer trampa, solo quiero explorar sin presenciar el temor de tu mirada o, ¿quizás yo tema a observarte fijamente? Mi tacto sobre tu piel resplandeciente, ¿sientes? mis caricias sobre tus mejillas, mi pulgar sobre tus labios y una sensación de urgencia de besarlos y amarlos.

Ahora observa, mira detenidamente el espacio desnudo de la soledad que te rodea. Aún sigo contigo, en tus fantasías; soy la lujuria encarnada en tus pensamientos y el pecado te llevará al sufrimiento.

La desilusión, tus brazos extendidos hacia el viento, tu cuerpo desnudo acariciado por la tersa y cálida brisa de primavera. No encuentras respuesta a tus caricias, no ves lugar donde colocar tus plegarias.

La autocomplacencia, el flagelo dulce de tu propio cuerpo. La delicadeza que conduce al placer tan intenso como para olvidar por un momento. No, no es suficiente puesto que el amor yace en algún lugar, en algún entierro.

Ahora soy tan vago como la imagen que se pierde en un claro de invierno. Con el tiempo siento que muero, ahora tristemente agonizo en tus recuerdos. Permite un espacio entre lágrimas desenfrenadas y cierra los ojos.

Cierra los ojos amor mío, ¿Qué observas? Detallas de tanta bruma una silueta difusa, un semblante acongojado, una figura avasallada por el transcurrir del tiempo. Así, he dado paz a mis restos, a mi alma castigada por el incordio destino.

No sufras, aquí estoy, soy el poeta que abandono sus versos y las artes persiguiendo sueños ilusos. Me he perdido en mi mismo, me he perdido en ti y sobre todo te perdí para siempre. Ahora he muerto, son dos los viajes que he decidido tomar al infierno solo por verte a través de sueños y fantasías.

Ahora olvida las palabras que se consumen en el fuego, solo cierra los ojos y olvida.

Quizás no esté cuando abras los ojos. Mis manos acarician tu cabello, mis labios recorren tu mejilla y mis ojos tu cuerpo. Ligero tono rojizo de tu cuello, ruborizado, de forma singular, eres hermosa y apacible. Soy un pendenciero, alguien sin escrúpulos por hablar de esto, soy ladino pero definitivamente soy sincero en este momento.

La verdad es que soy un cobarde.

No, la verdad es que te amo y quiero estar a tu lado.

La verdad es que sigo frente a ti o; ¿tal vez nunca existí?

Ojala fuese tan sencillo, tan simple, tan efímero.

Tras un ferviente deseo, existo y solo frente a ti respiro.

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