I
Eres paz, silencio
y olvido,
No querrás nublar
tu mente,
De seguro tus
versos se han comprometido,
Nuevamente tu
viperina lengua miente,
No forjes un
juicio impertérrito,
Siempre está el
que depreda tus pensamientos,
Aguardando la
debilidad, la flaqueza de tu conciencia,
En ese momento no
habrá lamento,
Olvídate que
existes,
No te molestes en
preguntar tu nombre,
Sin embargo... ¿es
inevitable?
Entre dilemas
existenciales,
No hay excusas
para justificar tus cobardes acciones,
No te salvaguardes
en el optimismo,
No te escudes en
falsas ilusiones,
Sabes lo que te
espera,
Conoces la verdad,
Eres consciente de
tu situación,
Y, ahora, ¿quieres
huir?
No basta
preocuparse por lo que ya está hecho,
Por lo ya
destruido y maltrecho,
Es inútil llorar,
lamentarse o gritar,
Ahora ¿Que te
consideras?
¿Piensas que eres
aquel mismo ser humanitario?
¿Aquel que ha
visto la miseria desde abajo?
Con una mirada
lúcida hacia cielos inalcanzables,
Un escupitajo que
sulfura tu miseria,
Mezquino bulto de
entereza,
¿Hasta cuándo te
conservas?
II
Aquel ser que
depreda tus debilidades,
Aquel que asecha y
conspira a tus espaldas,
Aquel enemigo que
te carcome por dentro,
Una vez dije que
callaras y en ese momento se silenció tu piel,
Aquel tono pálido
que se borró con el tiempo,
Osaste derribar la
barrera entre confianza e incredulidad,
Ahora ¿qué es?
¿Qué vez o escuchas?
¿No puedes verdad?
Para ti solo soy
"nada"
En medio de una
encrucijada que nos ata a la duda,
Dentro del mismo
dilema que separa nuestras mentes,
Intenta
descifrarlo y encontraras solo "estupidez" envuelta entre
tentaciones.
Donde camino
arrastro un grillete, símbolo de melancolía, odio y fracaso,
No sientas pena
pues... simplemente me siento atado a ti,
Quien borro la
sonrisa de ese rostro marchito y ¿arrepentido?
Decepción, temor,
odio y pasión,
Expresiones
sencillamente legibles bajo mi juicio intuitivo,
Solo déjame
escuchar que te molesta quien soy,
Déjame ver,
escuchar y sentir tus labios al pronunciar cada palabra de desprecio,
No puedes...
mientras silencie tus vagos clamores.
Un beso lleno de
sosiego, tan inoportuno...
Ahora es un lento
suplicio,
Definitivamente es
el último,
Un cuerpo que arde
de deseo,
Deseando quemarse
en el arrepentimiento,
Borrar cada
instancia de su cuerpo,
¿Ahora quieres
huir?
Espera, no temas,
no llores, no grites pero sobre todo no finjas...
Guarda silencio,
ahorra tus palabras,
Ni te molestes en
desperdiciarlas,
Porque ahora eres
una con el viento,
Una junto al
polvo,
Pero sobre todo
una entre la vida y la muerte,
Estupendo!!! Qué gran fuerza en las palabras, sigue asi ^^.
ResponderEliminarGracias :) dude en publicarlo pero ya está hecho xD
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