Exalto a
la luna entre penumbras,
Dando cita
a la babilonia en su mirada;
Con
seductiva cruz que en su edén reposa,
Flauta mía
con sus manos entona,
Con blanda melodía entre sus labios,
Blasfemando
sangre en boca suya,
Al morboso
son que codicia el alma,
Depravando
la santidad de su moral.
Como surge
el sol al alba
A mi
obelisco vas alzando
y al
sediento petrificando,
Sintiendo
en averno mío…
Un espasmo
en llamas,
Una
sonrisa de Satán,
Un vals
con el cordero.
Como orgía de demontres y serafines,
Doy
tributo al libre albedrio,
Y al
engaño, mis plegarias…
Crucificándome
entre sus piernas,
Predicando
a su instinto mí deseo,
Palpando
su rezo con veneno,
Lamiendo
el sudor de su agonía,
Besando
sus fogosas ansias,
Que
armonizan la sed entre su velo.
Ilusión
colgante entre mis muslos,
Profanador
soy de las puertas de gracia,
Del
consagrado templo de su alma,
Que afinan
cantos con sus gemidos,
Santificando
a su joven cuerpo,
Con
bendita agua sobre su piel.
Soy
redentor de lujurias cohibidas,
Soy la
llave de su esperanza,
Soy la luz
del cerrojo de su sombra,
Soy la
sombra que opaca su razón,
De Sodoma
y Gomorra…
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